Al margen de esta reflexión, el asunto del botellazo a Armando merece otras consideraciones. A saber:
El presidente del Athletic tiene unos asesores puestos por el enemigo y el cargo le viene grandísimo. Su intervención en la salida de los vestuarios del Ruiz de Lopera felicitando a los directivos y a los empleados del Betis es para enmarcar. Su periódico de cabecera relata parte de los sucesos vividos la noche del sábado en el campo bético, con especial mención a algún comentario oído en el palco presidencial. Y eso que no hace referencia a que el recogepelotas más próximo al suceso escondió el arma del delito para que el árbitro no tuviera acceso a la botella, llena y con el tapón puesto, cuando la normativa en vigor exige que las bebidas se sirvan en vaso de plástico.
Astizarán no sabe ni cómo se escribe la palabra vergüenza. Después de dejar a la Real Sociedad arruinada se hizo con la presidencia de la Liga de Fútbol Profesional, lo que tampoco dice mucho a favor del organismo, y ahora sale en defensa del Betis, un club que acumula la mitad de los casos de violencia denunciados por los árbitros en lo que llevamos de temporada.
Los dirigentes del Betis, empezando por su presidente José León, han demostrado su catadura moral desde el primer comunicado colgado en la página web del club la misma noche del sábado, en el que poco menos que se lavaban la manos con el argumento de que el agresor no era socio, hasta su reacción tras la sentencia del Comité de Competición. Llevan la trampa en su código genético y así les va. Apelar a la persecución que pudo sufrir el Betis en los primeros tiempos del franquismo suena a demagogia de mercadillo. Argumentar con que a partir de ahora a lo mejor tienen que organizar un 'servicio de botelleros' para usarlos a conveniencia y suspender partidos que están ganando, define al personaje. José León no se ha preguntado por qué el campo del Betis es reincidente en este tipo de sucesos, ni cuánto se tiene que gastar en seguridad, o en campañas de concienciación o en adiestrar a los empleados de los bares del estadio para que hagan su trabajo de acuerdo con la normativa, ni se ha planteado qué falló para que un individuo bajara hasta la primera fila y arrojara impunemente una botella a la cara del portero rival. Se ha preguntado por la posibilidad de hacer trampa en adelante tomando la sentencia como antecedente en lugar de tomársela como lección de la que extraer las pertinentes consecuencias. Por sus hechos les conocereis
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4 comentarios:
A la vista de lo que escribes, empiezo a pensar que no eres muy pro-García. Reconozco que yo le voté pero empiezo a comprobar que el cargo le viene grande.
Lo del Betis y lo de Asti, sin comentarios. Ese Asti, por cierto, que fue jugador del Bilbao Athletic, conste.
Es verdad, me había olvidado de su pasado rojiblanco. Menuda pieza está hecho.
Pues no, no soy nada pro-García. Creo que en algún post anterior ya comenté todas las cosas oscuras y no aclaradas que hay alrededor de su candidatura y sus valedores. Por cierto, ¿alguien se acuerda que tenemos presupuestados 3 millones de euros por publicidad en las camisetas?
Hola:
Estoy de acuerdo con el planteamiento, Latxaga, tanto en lo que respecta al Athletic como en cuanto al comportamiento de los dirigentes del Betis (que ya ha dejado de tener aquellas simpatías de las que gozaba cuando era "manque pierda": eso ya no vale).
Si la gente de Herri Norte no se modera, me da que el Athletic va a devolver estos tres puntos con creces. Por de pronto ya hay quien ha comenzado a poner el foco en que no se respetó el mal llamado minuto de silencio del otro día.
En Anoeta tenemos una desventaja que puede ser beneficiosa en este apartado: las pistas de atletismo que alejan al público del terreno de juego. De todas formas, cuando el equipo estaba en Primera flirteando con los puestos de descenso, ya hubo algunos aficionados que probaban su puntería cuando algún rival se disponía a lanzar un corner. O sea que no hablemos muy alto.
De Astiazaran prefiero no hablar, por razones obvias (las has citado tú mismo).
Un abrazo.
Kaixo Iturri. Ahora mismo lo que más me preocupa, y me avergüenza, es la actitud del grupito ese que se coloca en la portería Norte de San Mamés, sobre todo porque es una gente que vive ajena a la lógica que compartimos el resto y por lo tanto es totalmente imprevisible. Y lo sé porque los he sufrido en primera persona. Como San Mamés está bajo la lupa, como bien dices, comparto tu visión pesimista del futuro.
En cuanto a lo de Anoeta, es verdad que en este caso las pistas son una bendición, aunque también me haya tocado vivir allí y en sus aledaños, algunos momentos que prefiero no recordar. El tema de la violencia en el fútbol, aunque bastante controlado, aquí sigue sin estar totalmente resuelto, como en los campos ingleses, por ejemplo.
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