Cuando después de jugar ocho partidos de Liga en San Mamés el Athletic solo ha ganado dos, dejamos de hablar de síntomas para empezar a referirnos directamente a la enfermedad. Desde los primeros compases de la temporada se pudo apreciar que el equipo de Bielsa jugaba bastante mejor, más suelto, con más ideas, como visitante; se suponía que sería cuestión de tiempo que encontrara el medio de encontrar su camino en San Mamés. No ha sido así, al contrario, han sido los rivales los que han aprendido de memoria cómo contrarrestar el juego de los rojiblancos en su propio campo; ahí están los resultados para confirmarlo.
En el minuto 90 del partido contra el Racing, pensaba que el Athletic tenía un problema, el de la falta de resolución ante la portería contraria. Dos minutos más tarde, nos encontramos con que los rojiblancos tienen no uno sino dos problemas, uno en cada portería, en la contraria y en la propia. Le cuesta un mundo marcar y le hace gol el primero que pasa por su área. Así no hay manera de progresar por mucho que lo intente. Resulta ocioso hablar de mala suerte y otras zarandajas cuando no se tiene la suficiente solvencia para amarrar un partido diez miserables minutos, ni se sabe defender una falta en el último suspiro.
Ante el Racing se repitió la historia del partido contra el Granada, con el agravante de que los cántabros no perdieron tanto tiempo ni defendieron con tanta solidez y tantos efectivos como hicieron los andaluces. Es más, cada vez que el Athletic consiguió simplemente meter el balón en el área se pudo apreciar que la zaga racinguista tenía carencias más que evidentes, hasta el punto de que ni el persistente empate, ni la paulatina falta de ideas de los rojiblancos se antojaban suficiente lastre como para impedir un gol que se anunciaba inevitable. Así ocurrió cuando Toquero centró un balón más o menos a la buena de Dios y Aurtenetxe lo empujó a la red cabeceando de cerca tras superar la blanda oposición de un defensor.
Lo que ocurrió después entra en el terreno de la ciencia ficción. El Racing que no había hecho nada hasta entonces, salió a un ataque desesperado que acabó rompiendo a un Athletic convertido en un flan porque ninguno de sus jugadores tuvo ni la entereza ni la sangre fría suficentes para poner orden y llevar el partido a donde le convenía.
El nuevo fiasco alimenta un debate que lleva camino de convertirse en el tema estrella en los próximos días. Me refiero a la posición de Javi Martínez en el centro de la defensa. Bielsa es muy libre, faltaría más, de elegir sus alineaciones y sus sistemas, pero tampoco puede pretender que la afición acepte como dogma de fe todas sus decisiones. Ya sabemos lo cerca que quedan los dogmas de fe de los autos de fe y nadie quiere que alguien acabe ardiendo en la hoguera. No sobraría una explicación, aunque solo fuera para ordenar una discusión en la que, a simple vista, una inmensa mayoría está alineada contra la decisión del técnico.
Soy de los que creo que Javi Martínez puede jugar en cualquier posición de una línea recta imaginaria trazada entre los dos puntos de penalti. Estamos ante un futbolista 'box to box' que dicen los ingleses, capaz de rendir prácticamente en todo el campo y en diversas tareas. Se trata de descubrir dónde rinde más o qué beneficios puede aportar al equipo un hipotético sacrificio de sus cualidades. Javi Martínez ha llegado a la selección jugando a un altísimo nivel en el centro del campo. Si se retrasa su posición, se supone que es para incoporar al centro del campo a un jugador que aporte cosas que el de Aiegi no ofrece. Es decir, que si Martínez juega de central es porque se supone que Iturraspe es más potente en la creación y más fiable a la hora de dar salida al balón.
Se supone, porque ayer no se vio nada de eso. Durante todo el segundo tiempo Iturraspe jugó prácticamente pegado a Javi Martínez, metido entre los centrales, a decenas de metros de donde se suponía que estaba la base de operaciones del equipo, dando pases de tres metros y sin arriesgar lo más mínimo en la salida. Si saca una sillita y se sienta en el círculo central, su aportación hubiera sido similar. El resultado fue que el Athletic tuvo a dos buenos futbolistas haciéndose mutua compañía donde no pasaba nada. Un lujo que no se pueden permitir ni siquiera equipos con plantillas de muchísimo más empaque.
La dependencia de Llorente no es causa de debate. Aquí hay unanimidad absoluta. La discusión surge a la hora de encontrar una solución a su ausencia. Apelar al fichaje de Aduriz está bien para animar las tertulias a pie de barra pero, mientras tanto, Bielsa tiene que resolver con lo que tiene y, de momento, la única solución que ha ensayado ha sido la de dar entrada a Toquero en la misma posición que ocupa el internacional. Ha quedado claro que Toquero, de por sí un futbolista mucho más limitado que Llorente, rinde mucho más en la banda, donde impone su fortaleza y saca partido de la suerte que mejor domina, el centro en carrera, que asumiendo la responsabilidad de situarse en el eje del ataque. Ayer dio el centro del gol y sirvió algunos otros balones más que aprovechables. El problema es que el que centra no puede rematar, ni siquiera corriendo como corre Toquero, y los jugadores de segunda línea del Athletic tampoco destacan por tener un físico imponente para disputar balones a los centrales.
Bielsa sigue teniendo trabajo por delante, mucho trabajo. Tiene dos problemas que necesita resolver urgentemente si no quiere verse metido en un lío. El Athletic tiene menos puntos de los que merece su juego, pero en el fútbol no se vive de los méritos sino de los puntos. No se trata de quedarse en el 'clasificación amigo', que conste; se trata de que la esgrima, el preciosismo y el juego de piernas se concreten en un directo al mentón que ponga al rival patas arriba.
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5 comentarios:
De acuerdo, para variar. Pese al carajo que le he oído a Marcelo en el banquillo.
Lo de la posición de Javi creo que ha sido comentario general hoy en la Catedral. Salvo en el banquillo al parecer.
Dudo, porque en directo no lo he visto bien y no lo he vuelto a ver, pero se lo he oído a más de una persona, que Iraizoz podía haberlo hecho mejor en el gol del Racing.
Por cierto, podían haber compartido silla a ratos Iturraspe y el colegiado. ¿Habrá leído que es mejor seguir el juego (es un decir) de lejos?
Lo de Javi Martínez lleva camino de convertirse en uno de esos debates 'históricos' que tanto gustan a los aficionados. Espero que se resuelva pronto por la vía de los resultados, que es la más eficaz en esto del fútbol.
Con todo, si se transformases las ocasiones se acababa el puñetero debate.
El problema es llegar al final del partido con un triste 1-0 después de tener ocasiones muy claras para ir 2 o 3 a cero.
De haber ganado se acababa el debate de las rotaciones, del portero, de Aduriz... pero...
Iturraspe cada vez es más intrascendente y prescindir de la fuerza de Javi en el centro del campo un lujo.
JC, lo de Aduriz -y me doy por aludido con lo de la barra de bar :-) - puede que no sea la solución, como bien me decías el viernes, pero sí es necesario un segundo nueve en la plantilla. Toquero, al que no se puede pedir mucho más, sabe hacer lo que sabe hacer, no lo hizo mal ayer, pero no es una referencia en ataque.
Por cierto, han estado visitándome unas chicas de una agencia de publi bilbaina.
El tema Aduriz y el de Javi Martínez van a ser trending topic en Pozas y en García Rivero esta Navidad, de no mediar una goleada contra el Zaragoza. Es verdad que necesitamos un segundo delantero como el comer, pero igual es mejor centrarnos en amarrar al que tenemos antes de empezar a pensar en otras cosas.
Doy por sentado que a esas dos chicas las habrás atendido desde la prosapia que se le supone a un caballero de Algorta
Por decir algo, el día del Mallorca estaba Llorente en el campo y el athletic nisiquiera fue capaz de marcar 1 gol.
Incluso menos ocasiones y menos claras que las de ayer.....
cuando el balón no quiere entrar, ni con llorente ni sin Llorente....
Y con ello no estoy diciendo que no sea necesario ni titular indiscutible....
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