miércoles, 28 de noviembre de 2007

El problema del día del club

No es la de García Macua la primera directiva que se encuentra con el problema de no tener una fecha adecuada para situar el llamado 'día del club'. Calendario en mano, han decidido que la visita del Real Madrid, el próximo día 8 de diciembre, en pleno puente y posiblemente televisado, sea uno de los partidos en el que los socios tienen que pagar entrada. Por si las circunstancias de puente y televisión fueran pocas, el partido se disputa diez días antes del segundo capítulo de la Asamblea de compromisarios. García Macua sabe de sobra que no es el día más adecuado, pero parece que no tiene otro, así que ha enviado por delante a su escuadrón mediático para preparar el terreno.
Este del 'día del club' (o los dos 'medios días del club') es un anacronismo cuya pervivencia merecería una reflexión más profunda por parte de los responsables del Athletic y de los socios. El 'día de ayuda al club', propiamente dicho es una institución histórica de los tiempos del romanticismo y el amor a los colores, que llevaban a los socios a pagar entrada el partido más importante del año, aquel en el que todo el mundo quería estar en la grada porque, entre otras cosas, no había televisión, para reforzar así la economía del club de sus amores. El día de ayuda al club pervive en todas las categorías junto con la rifa del jamón en el descanso. En San Mamés no se rifa un jamón, aunque el domingo pasado vino una rifa con el mosaico, pero pervive el 'día del club'.
Se trata de sacar un dinero extra al margen de lo presupuestado en el capítulo de ingresos por taquilla y acaba convirtiéndose en una suerte de 'impuesto revolucionario' al socio, que debe pagar una entrada, además de la cuota, por ver el que se supone que es el mejor partido del año y que en San Mamés suele ser, tradicionalmente la visita del Real Madrid.
Estadísticamente, los socios que retiran su entrada previo pago suelen rondar el cincuenta por cien, dato que equilibra el amor a los colores con el amor al bolsillo propio y que provoca un efecto colateral en San Mamés: la presencia de numerosos aficionados de aluvión, en muchos casos seguidores del rival, como se comprueba en la Tribuna Principal Baja cuando el Real Madrid marca un gol.
Anteriores directivas han intentado suprimir el 'día del club' por la vía del incremento del importe de la cuota anual del socio, pero se han encontrado con la negativa de los compromisarios. Si hace falta ese dinero, debería incluirse en el presupuesto. Dejar su ingreso al albur del calendario no parece serio en estos tiempos en los que los presidentes nos prometen una gestión con criterios profesionales. Si mantienen el ´día del club' que mantengan también la rifa del jamón en el descanso.

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