García Macua ha presentado el segundo capítulo de la Asamblea de compromisarios que se va a celebrar esta noche con una alternativa que en realidad deja muy pocas salidas a los compromisarios. Según el presidente del Athletic, o se aprueba la enorme subida de cuotas que propone, o vendrá el diluvio en forma de ruina económica, a duras penas paliable con la venta de jugadores clave y quién sabe si con un futuro mucho más negro en el que incluso correría peligro la propia estructura organizativa del Athletic tal y como la conocemos hasta ahora, es decir, como club propiedad de sus socios, y no como sociedad anónima propiedad de algún millonario (por cierto, de los que no faltan en el entorno del presidente).
Después del fiasco de la primera Asamblea, García Macua reaccionó en caliente como lo hizo Aznar cuando la coalición PP-PSOE perdió las elecciones en Euskadi. El ex presidente español llamó entonces inmaduros a los vascos por no votar como él quería. García Macua acusó a los compromisarios del Athletic de no haber entendido cómo estaban las cuentas del club. Por eso, en esta ocasión se ha dedicado a hacer una labor pedagógica mediante una gira por todos los medios de comunicación para colocar su mensaje que, como queda dicho, se resume en la alternativa o mi subida de cuotas o el diluvio.
Que en la campaña electoral prometiera un incremento similar o ligeramente superior al IPC es sólo una más del rico anecdotario que ya acumula nuestro prometedor presidente en estos cinco meses. Pelillos a la mar. Al fin y al cabo todo el mundo sabe de qué tenor suelen ser las promesas electorales. Si ahora propone una subida muy por encima de la prometida es porque conoce la realidad del club. Siguiendo el argumento habrá que concluir que cuando hizo su promesa era un inconsciente... o algo mucho peor.
En su campaña pedagógica ha venido a decir también que del incremento presupuestario de ocho millones de euros, sólo dos corresponden a la aportación que supone la subida de las cuotas de socio. Los otros seis restantes los cubrirá él con su brillante gestión, que incluye tres millones por la publicidad en las camisetas que ya iba a estar amarrada a estas alturas pero casi mejor que no, para que el futuro cliente no fuera a pensar que el club negociaba con la urgencia de llegar a la Asamblea con el asunto cerrado. Ardo en curiosidad por saber quién es el mirlo blanco que va a pagar tarifa completa (tres millones) cuando faltan sólo dos jornadas para llegar a la mitad del campeonato.
También prometió el presidente llegar a la Asamblea de esta noche con el asunto Guerrero resuelto, pero tampoco cumplirá esta promesa, vaya por Dios. También han aplazado la negociación para evitar la presión de la urgencia.
Con todo, uno de los argumentos de la campaña pedagógica que más me han gustado es que si no llega a ser por los casi dos millones que ha gastado García Macua en indemnizaciones por despidos y la carretada de millones que se ha gastado en fichajes (véase cuántos de ellos juegan habitualmente), las cuentas estarían perfectamente cuadradas. Dos circunstancias, la de las indemnizaciones y la de los fichajes, íntimamente relacionadas con la campaña electoral del señor García Macua.
Cuando esta noche los socios compromisarios aprueben la subida de cuotas propuesta(que lo harán, nadie lo dude) estarán pagando la campaña electoral del señor presidente y dando carta de naturaleza a un modelo de gestión que nos llevará al mismo escenario más pronto que tarde.
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2 comentarios:
Juan Carlos, era compromisario cuando las famosas asambleas de Lertxundi (la del rechazo al presupuesto, en la que intervino un tal Fernando Lamikiz; y la aprobación posterior del mismo presupuesto). No sé cuándo alucine más, si cuando se aprobó prácticamente lo mismo (un insulto a la inteligencia de quienes tomamos parte en las asambleas) o cuando me dio su explicación con posterioridad Gorordo (en concreto, cuando estaba en campaña para la presidencia del club)
Hoy seguramente se aprobará el presupuesto, pero el estilo de García Macua (y eso que le voté) no me está gustando lo más mínimo.
Acabo con algo que, como socio, nunca he podido entender: ¿qué pasa con los famosos avales?
Te contesto a toro pasado. Si lees mi último post verás lo que pienso de la Asamblea de compromisarios. En cuanto a los avales, fueron un invento para responsabilizar económicamente a los directivos de clubs que no son sociedades anónimas, pero al menos en el Athletic, no son más que un protocolo porque no parece elegante que nadie ejecute los avales de su predecesor, (yo diría que por aquello de las barbas de tu vecino, etc.). Hay teorías al respecto como para dedicarles un blog entero.
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