El asunto de los descuentos en los carnets de socios para los jubilados con más de 25años de antigüedad en el club sigue trayendo cola. Paco Larrakoetxea, que fue miembro de la candidatura de Juan Carlos Ercoreca, está organizando algo parecido a una asociación de afectados para impedir que desde Ibaigane se consume esta mezcla entre timo y atraco que pretenden perpetrar contra un colectivo de unos 4.500 socios. Probablemente, el hecho de que el dinamizador de este colectivo haya estado en una de las candidaturas que concurrieron a las pasadas elecciones será utilizado por García Macua como argumento descalificador. No debería importarle a Larrakoetxea ni a los socios que no saben cómo enfocar su indignación ante semejante engaño. Porque sólo se puede calificar como de engaño el método utilizado por la directiva para imponer que los carnets bonificados sean intransferibles. Porque engaño es que la actual directiva haga ver que los descuentos son cosa de ellos, cuando ya estaban en vigor desde hace unos años, y engaño es que se utilicen medias palabras e insinuaciones en la Asamblea de Compromisarios para darles después categoría de propuesta aprobada por los socios.
Claro que tampoco es nuevo este proceder de García Macua y los suyos. No olvidemos que García Macua no sería ahora presidente si cuando fue candidato hubiera anunciado una subida de cuotas del 14 por cien, en lugar del incremento en función del IPC del que habló. Se puede leer aquí todo lo que prometió entonces.
Es posible que esta incipiente rebelión de los socios más veteranos quede en nada, o no. Si nos atenemos a la manera de proceder el actual presidente, no es descartable que cambie de nuevo de parecer si se siente lo suficientemente presionado. De hecho, en este tema de los descuentos ya ha pasado de plantear la alternativa de descuento o transferibilidad del carnet, a inventar un sistema de cupones a razón de doce euros por partido, que no es otra cosa que la recuperación de los antiguos suplementos.
Lo más importante de este inicio de reacción es que el colectivo de socios del Athletic se sienta vivo y que demuestre que es capaz de tomar iniciativas, en estos tiempos en los que algún medio de comunicación está tratando de anestesiar a la masa social para que los rectores del club y sus mentores, procedan a operar.
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