Que el público pite con intensidad y reiteración en el primer partido de Liga no es lo que se dice normal, aunque en San Mamés ya ha ocurrido antes de ahora. En el debut de Irureta en el banquillo, por ejemplo. Es síntoma de que algo no marcha bien en el club o en su entorno y no es un dato tranquilizador precisamente. Claro que tampoco es del todo normal que al equipo de casa le marquen un gol en el primer corner en contra de la temporada, aunque tampoco esto es del todo nuevo en el Athletic. El presidente Lertxundi fijó en su día el minuto 7 del primer partido de Liga de la temporada 91-92, que se jugó también un 31 de agosto, como el momento en el que se torció todo en aquella temporada. Se refería Lertxundi al momento en el que el sevillista Bengoechea marcó el primero de los dos goles de su equipo en San Mamés, que supusieron la primera derrota del Athletic aquel año. Esperemos que la historia no se repita y que Caparrós tenga la suerte que entonces no tuvo Iñaki Sáez, otra víctima de los bandazos que han venido dando los responsables del club durante todos estos años.
También ahora, como entonces, las aguas bajan un tanto turbias en el entorno del Athletic después de una pretemporada que merece análisis aparte y, sobre todo, el sorprendente traspaso de Aduriz al Mallorca. Tengo para mí que si el Athletic traspasa un delantero al Mallorca es que el fin del mundo está más cerca de lo que vaticinó Nostradamus. El traspaso ha generado además un nuevo debate absurdo en torno al término 'estratégico' que el presidente García Macua ha empleado para definir a aquellos jugadores que toda la vida de Dios las gentes del fútbol les han llamado 'intransferibles'. Será que en el Athletic de hoy en día no mandan gentes del fútbol de toda la vida, o será que el absurdo lingüístico ha invadido un nuevo espacio.
La marejada provocada por el traspaso de Aduriz no se convirtió en tempestad contra el palco, como algunos se temían y otros, tal vez, deseaban, porque, a pesar de todo, los aficionados rojiblancos siguen estando muy por encima de sus dirigentes y sus futbolistas. Y eso que motivos no les faltaban después de una semana de declaraciones y réplicas en las que Yeste tuvo un papel destacado. Por eso se llevó la bronca del público cuando falló el penalti que pudo devolver al Athletic al partido. Por hablar, por fallar y porque en aquel estado de cosas, el público tenía que desahogar con alguien la frustración del traspaso y de la derrota, eso sin contar con lo que se le avinagra el carácter al personal el último día de agosto.
Antes, algunos lo habían intentado con Casas, pero se impuso el sentido común. Hubiera sido excesivo e injusto endosar la responsabilidad del fracaso a un chaval al que el año pasado le dijeron que se buscara la vida y en el que Caparrós sigue sin confiar ("el puesto de lateral izquierdo está ahí para el que lo quiera coger", ha llegado a decir el técnico). También el mister se llevó su ración por cambiar a Susaeta cuando el pueblo pedía la cabeza de Yeste. Fue otra bronca sin reflexión previa. Susaeta no estaba siendo el peor, pero el cambio podía estar justificado por el cansancio o por cualquier problema físico oculto a la ojos de la grada. Pero la cosa ayer era pitar y entre pitos y flautas el Athletic cosechó su primera derrota del año ofreciendo una imagen lamentable. A lo mejor viene bien para atemperar el optimismo oficial, ese que pone la UEFA como meta. Este equipo es tan poquita cosa y es tan justito que hasta un equipo como el Almería, sin hacer nada, es capaz de decirnos que por mucha planificación, mucha papilla milagrosa y mucha gestión moderna y eficaz, el rey sigue desnudo.
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5 comentarios:
¡Qué bueno que volviste!
Y es que te echaba de menos ;-)
Kaixo Iñaki,
jo que nivelazo citándome en tu blog... He estado escribiendo un libro precisamente sobre el Athletic, en conmemoración de aquellos gloriosos años que todos sabemos y que no sé si volverán algún día. La verdad es que he estado todo el día de la hemeroteca al ordenador y del ordenador a la hemeroteca, como aquel Kid Tarao de Tony Leblanc que andaba del gimnasio a la Casa de Campo. Pero bueno, el libro ya está en imprenta y ahora espero volver a escribir en el blog, sin tanta presión. Por cierto, como muy bien dices, hay mucho que comentar y opinar respecto al Athletic
Esperaré a leer el libro (ya dirás cuándo lo presentas)
La pequeñez de este club se agiganta. Cuanto cansino irritado estos días por el Botxo porque nos hemos desprendido, a precio de crack, de uno de los delanteros más asilvestrados de la primera división. Un jugador con escasa técnica, mediocre rematador y que sólo aporta pelea. El Basque Team de lucha olímpica busca gente para Londres 2012, le recomiendo a Aritz que se apunte.
Entre tanto, unos minutos en juego y ya tenemos un delantero que: a) Sabe desmarcarse b) Cuando recibe el balón, la enchufa.
Aritz, agur Ben-Hur.
Iñaki, por supuesto que te tendré informado.
Ongi etorri Mutiloa. Creo que nadie puede defender a Aduriz por su técnica ni por su calidad como delantero, tal y como algunos definen el concepto calidad. El tiene otras virtudes que a este equipo no le han venido mal aunque es cierto que la curva de su rendimiento ha ido en descenso.
El problema es que en este Athletic tenemos habas contadas y vender a un delantero la semana previa al inicio de la Liga no parece un dechado de gestión. Lo de recuperar a última hora a Íñigo Vélez cuando ya estaba cedido al Numancia, es de traca. En cuanto a Jon Vélez, me gusta sobre todo su verticalidad, pero afrontar la temporada con Llorente de titular y Vélez como recambio es, cuando menos, temerario. Y es que Etxebe ya no está para el tipo de juego que pretende hacer Caparrós. Es mi opinión.
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