viernes, 20 de enero de 2012

Thinking football: cuando coinciden
el fútbol y el pensamiento

Hace tiempo que los intelectuales dejaron de renegar del fútbol despreciándolo por considerarlo el opio del pueblo que alienaba a las masas dejándolas inertes ante el poder establecido. Primero tímidamente, más tarde como signo de aggiornamiento, escritores, músicos y toda suerte de representantes de la cultura fueron saliendo del armario para, en algunos casos confesar, en otros proclamar con orgullo, su pasión por los colores de un determinado equipo. Los listos de la clase, los gafitas que en el recreo permanecían sentados en una esquina mirando con desprecio cómo jugaban sus compañeros con la pelota se quedaron sin argumentos; de pronto, hablar de fútbol en la oficina, en la cafetería, en la tertulia de amigos, dejó de ser propio de individuos de escasa sesera que no tenían otra cosa que hacer que preocuparse por lo que hacían once tipos en calzoncillos con una pelota, mientras el mundo se hundía y la civilización entraba en crisis.
El fútbol es la actividad que concita el interés de un mayor número de personas en todo el mundo. Si su expansión fue espectacularmente veloz en la segunda mitad del siglo XIX y los primeros años del XX, la televisión ha multiplicado su incidencia en el cambio de milenio. La FIFA tiene más organizaciones afiliadas que la ONU y los futbolistas son conocidos hasta en la aldea más remota. Ver en las noticias a un tipo vistiendo la camiseta de Messi con un kalshnikov al hombro ha dejado de ser sorprendente. De hecho, las imágenes que narran revueltas o enfrentamientos suelen mostrar más uniformes futbolísticos que militares. La ropa de camuflaje de los pobres del tercer mundo consiste ahora en versiones piratas de camisetas del Milan, el Manchester United o el Real Madrid.
El fútbol es deporte, es juego y es negocio a escala mundial. Una actividad de trascendencia universal bien merece una reflexión más allá de la conversación distendida o acalorada en la barra de un bar. Y es importante no solo participar, sino plantear la reflexión.
Hay diversos parámetros para definir la grandeza de un club de fútbol, y uno de ellos es la inquietud que muestra por acompasar su vida a cada tiempo. En este sentido, el Athletic también está en un primer nivel. Siempre lo ha estado. Fue el primero en organizar sistemáticamente la cantera con la creación de Lezama, y ha estado en primera línea en la introducción de cualquier novedad en el plano de la preparación física y táctica, facilitando la formación continua de sus técnicos. En el plano de la igualdad, la presencia de la mujer, tanto en el plano directivo como deportivo, ya es un hecho irreversible. Faltan cosas por hacer, evidentemente, pero lo primordial es tener la inquietud de hacerlas.
A través de su Fundación, el Athletic ha organizado una serie de jornadas de reflexión en torno al fútbol y sus circunstancias, que vivió ayer su estreno con una mesa redonda en la que participaron el escritor mexicano Juan Villoro, el periodista y escritor Enric González y el exfutbolista y técnico Jorge Valdano.
No es la primera vez que el Athletic se embarca en un proyecto semejante. Al comienzo de la década de los noventa, bajo la presidencia de José Julián Lertxundi, el club organizó lo que se denominó Aula Athletic, en cuya efímera vida destacó un denominado 'homenaje al gol' que reunió en Bilbao a goleadores históricos de la Liga, encabezados por Zarra y Di Stéfano. Las difíciles circunstancias que atravesó el primer equipo entonces, impidieron cualquier otra cosa que no fuera la búsqueda de una solución deportiva, por lo que aquel Aula Athletic apenas organizó un par de actividades más, alguna de dudosa oportunidad, por cierto.
'Thinking football', que así se denomina el proyecto actual, parece una idea más sólida. La Sala BBK donde se celebró el evento presentó una entrada cercana al lleno, con predominio de gente joven, menor de treinta años, mayoría masculina, aunque también hubo algunas chicas, y muchos medios de comunicación, como siempre que el Athletic es el convocante. Villoro, González y Valdano hablaron de fútbol con acento mexicano, argentino e italiano (Historias del calcio, una de las obras más conocidas del catalán Enric González, reune las columnas que publicaba semanalmente en El País durante su época de corresponsal en Roma). Defendieron la eficacia de la estética y debatieron sobre la estética de la eficacia, citaron a Eduardo Galeano y recordaron a Vázquez Montalbán, dos futboleros confesos, y dejaron algunas preguntas sin respuesta acerca del futuro de un fútbol globalizado. Hablaron de esas y de muchas más cosas durante dos horas que se hicieron cortas porque reflexionar sobre el fútbol es tan divertido como ver un buen partido en el estadio.
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3 comentarios:

Odriozola dijo...

Me atrevo a comentar por primera vez en este blog. Y lo hago para felicitar a Juan Carlos Latxaga por la calidad extraordinaria de esta entrada.

Y sobre la influencia del deporte en la sociedad, que decir ?.. Inmensa. también concitando esperanzas liberadoras: Tommy Smith, Ali, y tantos otros. Aunque ciertas élites intelectuales ninguneen su significado y efectos.

Juan Carlos Latxaga dijo...

Muchas gracias Odriozola y bienvenido. Espero que hagas más comentarios (aunque sean menos elogioso que éste, ja,ja).
No sé si estuviste pero fue una mesa redonda muy interesante. Me gusta que el Athletic organice este tipo de cosas, y me alegró que la sala estuviera casi llena y de gente joven. A ver si la cosa tiene continuidad

Odriozola dijo...

Acepto la invitación.

No, no estuve en la charla-coloquio. Me enteré tarde aunque pensé, erróneamente, que la cosa se extendería varios días.

Hoy leyendo a Patxo Unzueta en El Pais me ha hecho gracia la definición de 'sector adoquín', referido a ese grupo de gente del Athletic (supongo puede extenderse a socios de otros clubs)en posesión de la verdad, con un pequeño entrenador en el hombro y que es incapaz de apreciar la belleza del juego colectivo. Solo les interesa tener razón y ganar como sea. Bueno, lo anterior viene a cuento porque Valdano and Cia. saben expresar maravillosamente los misterios mas insondables del futbol.