miércoles, 18 de enero de 2012

Caparrós no es el primer entrenador del Athletic que vuelve a San Mamés como rival

El retorno de Joaquín Caparrós a San Mamés ocho meses y tres días después de aquel ya célebre partido contra el Málaga que significó su despedida de la catedral, ha levantado una expectación natural aunque no exenta de alimentación por parte de algunos medios, que no han dudado en recurrir a la metonimia de reducir esta eliminatoria a un enfrentamiento entre el Athletic y Caparrós, obviando directamente al Mallorca en sus titulares. La actuación que ha mantenido el técnico de Utrera desde que abandonó la disciplina rojiblanca es digna de elogio, puesto que en ningún momento se ha prestado a alimentar ese morbo que algunos buscaban. Si sobreinterpretó su papel durante los comicios hasta convertirse en el principal agente electoral del anterior presidente, una vez concluido el proceso su actitud ha sido totalemente respetuosa para la entidad y sus nuevos rectores, tanto directivos como deportivos, lo que descarta de antemano cualquier veleidad revanchista o de mal gusto. Otro tanto cabe decir de Marcelo Bielsa, quien hace unas semanas ya tuvo el detalle de elogiar el trabajo de su antecesor sin que mediara pregunta alguna al respecto.
La multiplicación de medios y la perenne necesidad de convertir en noticia de alcance el hecho más nimio cuando se habla de fútbol, hacían temer un mayor revuelo en torno a este regreso. Afortunadamente, y gracias fundamentalmente a la actitud de los protagonistas, ha habido más ruido que nueces y la cosa se cerrará previsiblemente con un recibiento cariñoso de San Mamés al que fue su entrenador durante las cuatro últimas temporadas. Algo de lo más natural, por encima de algún absurdo debate que se ha llegado a plantear sobre la conveniencia de tributar al técnico visitante un recibimiento excesivamente caluroso.
San Mamés tiene una larga experiencia recibiendo como visitantes a sus antiguos entrenadores, algunos de los cuales dejaron una huella mucho más profunda en forma de títulos, e incluso de polémicas, que la que ha dejado a su paso Joaquín Caparrós, así que nadie se sorprenderá por nada.
Fue Ferdinand Daucik el primero de los que regresó a la catedral dirigiendo al equipo visitante. Y lo hizo en varias ocasiones y bajo distintos colores. El cuñado de Kubala, que dirigió al Athletic que alcanzó su penúltimo doblete en la temporada 55-56, se acabó marchando víctima del desgaste de tres años intensos y de alguna excentricidad como la de colocar al portero Carmelo como delantero centro los últimos minutos de un amistoso, gota que, dicen, colmó el vaso de la paciencia de San Mamés. Los dos años siguientes a su marcha, regresó al frente del Atlético de Madrid. Más tarde volvería a San Mamés dirigiendo al Murcia, al Sevilla y al Espanyol.
El eibartarra Baltasar Albeniz, el entrenador de los once aldeanos que ganaron al final de Copa de 1958 en el Bernabéu al Real Madrid de Di Stéfano, volvió al año siguiente como técnico de la Unión Deportiva Las Palmas, y más tarde regresaría en dos ocasiones al frente de la Real Sociedad.
Martim Francisco, el primer técnico sudamericano del Athletic, padre de la era moderna del equipo juvenil, se sentó en el banquillo visitante de la catedral para dirigir al Betis y, en dos ocasiones, al Deportivo de La Coruña.
Dos viejas glorias como Rafa Iriondo y Koldo Agirre dirigieron en San Mamés al Betis y al Hércules respectivamente, sin olvidar que ambos se enfrentaron en aquella final de Copa Athletic-Betis, de infausto recuerdo para los rojiblancos.
Sus regresos nada tuvieron que ver con el que protagonizó Javier Clemente al frente del Espanyol en la temporada 86-87. La personalidad del técnico, sus logros deportivos y las circunstancias de su polémica salida confluyeron en la catedral un 22 de noviembre de 1986. El partido, muy disputado, se saldó con un 2-1 favorable a los entonces entrenados por Iribar. Clemente regresaría más veces a la catedral, aunque sus retornos fueron menos ruidosos. Desde el banquillo visitante dirigió al Atlético de Madrid, Betis y Rel Sociedad.
Iñaki Sáez, veinte años al frente de Lezama y una temporada en el primer equipo, también tuvo ocasión de enfrentarse al Athletic, aunque en su caso no pudo regresar a San Mamés. Dirigió como visitante a la Unión Deportiva Las Palmas, entonces en Segunda B, en un partido de Copa que se disputó en Mendizorroza por estar San Mamés cerrado por sanción federativa.
El austriaco Helmut Senekowitsch regresó como entrenador del Cádiz la temporada 88-89, años después de su efímero paso por el Athletic los años previos a la consecución de las últimas Ligas.
Txetxu Rojo y el malogrado Txutxi Aranguren, compañeros muchos años en la banda izquierda del Athletic y entrenadores efímeros del primer equipo, fueron también técnicos rivales. El extremo al frente del Celta, el Salamanca y el Zaragoza; el lateral en las filas del Logroñés.
La trayectoria de Jupp Heynckes fue más curiosa si cabe. Tras entrenar al Athletic, regresó a San Mamés como técnico del Tenerife y del Real Madrid, antes de volver de nuevo a la disciplina rojiblanca.
Si un regreso pudo despertar el morbo de los medios y de los aficionados, y si un entrenador era merecedor de algún desagravio, ese fue Jabo Irureta, pero no hubo tanto ruido cuando volvió por primera vez al frente de la Real Sociedad, ni cuando lo hizo dirigiendo al Celta. Luego, como entrenador del Deportivo acabó convirtiendo sus visitas, siete, en una rutina.
Luis Fernández, regresó con el Betis y José Mari Amorrortu con la Real Sociedad. Tras ellos, Valverde, con el Espanyol y el Villarreal y Mendilibar, con el Valladolid y Osasuna, han sido los últimos en volver. Esta noche le toca a Joaquín Caparrós. Seguro que San Mamés le recibirá como se lo merece.
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2 comentarios:

Dani Á. dijo...

Querido Juancar, aspaldiko.

Permítime algunos comentarios, pues yo formo parte de esos "medios" que han destacado la visita del Mallorca de Caparrós, o de Caparrós con el Mallorca. Creo que hay algunos elementos que hacen de esta visita algo diferente con respecto a los antecedentes que señalas:

1- Que Caparrós no se pudo despedir de su gente.

2- Que el último partido acabó con parte de la afición enfadada y silbando, y más allá de afinidades de uno u otro signo, Caparrós se merecía algo mejor.

3- Sí, Caparrós apostó por el anterior presidente, pero su compromiso, como dijo ayer, es con la institución. Creo que ha habido intereses por parte de quienes más inseguros se sentían ante este proyecto de Bielsa de hacerle cargar con culpas que no tenía.

Y 4- Caparrós es un entrenador que sabe moverse muy bien en la Copa, siempre ha logrado grandes frutos en esta competición (hacía muchísimos años que el Athletic no acariciaba un título hasta la final de Valencia), y si a eso sumas que conoce muy bien San Mamés, el morbo está asegurado.

Leyendo esos otros "medios" a los que creo que no aludes, me da la impresión de que para mucha gente la sombra de Jokin es aún alargada.

Juan Carlos Latxaga dijo...

Vale metalero. Ya hemos charlado en facebook y ha quedado todo claro.