Un Llorente que apenas dio una a derechas durante todo el partido, acabó salvando los muebles en el último suspiro y poniendo de cara una eliminatoria que se había puesto de cara para Osasuna con el gol de Pandiani. La diferencia entre regresar con un 1-0 o con este empate a uno, es como de la noche al día. La eliminatoria, que estaba congelada para el Athletic, adquirió temperatura caribeña gracias a ese oportuno gol del delantero, que recogió un rechace corto de Ricardo a remate de Toquero. Por segunda vez consecutiva, el recién llegado estuvo en la cocina del gol. No está mal para un delantero que, de momento, parece una segunda versión de Vélez con menos pelo.
El gol de Llorente fue lo mejor de una noche de fútbol que no se pareció ni por asomo a una noche copera. Menos tensión sobre el césped que gente en las gradas, apatía del equipo local y conservadurismo visitante. Nada de nada, por lo tanto. El Athletic, con Javi Martínez y Gurpegui en la sala de máquinas, no tuvo fluidez ni ideas para manejar el balón con un mínimo criterio hasta los dominios de Vélez y Llorente. Este último, anulado por Sergio, un tipo que jugó con camiseta de manga corta, no fue ni la sombra del delantero dominador que necesita su equipo. Los de Caparrós encontraron en Susaeta la única solución para armar su juego de ataque. El de Eibar está con ganas de reivindicarse y al igual que contra el Espanyol, fue de lo poco destacado de su equipo.
Para los que se quejaban de la actuación arbitral del domingo en San Mamés, queda el penalti del que fue objeto precisamente Susaeta en los primeros compases del partido, un penalti de libro, de los que deben poner en vídeo en los cursos para árbitros de infantiles, una zancadilla de esas que se ven venir desde que el delantero amaga por dónde va a tirar el regate, porque el defensa en su torpeza, ya le ha enseñado la patita. Pues nada, Alvarez Izquierdo imperturbable, ordenó seguir el juego. Quizá pensó que con pitar aquel penalti a Llorente en el Bernabéu ya ha cumplido con creces su cupo de favores arbitrales ordenados por Villar para favorecer al Athletic. La verdad es que el colegiado no tendrá otra oportunidad como la de ayer para quedar bien con el presidente.
Si el primer tiempo del Athletic fue malo, el segundo fue peor. Osasuna, que había empezado el partido con la cabeza en otro sitio, se centró y regresó del vestuario dispuesto a aprovechar la abulia del rival. Los rojillos se hicieron con el balón y con el espacio para llevar el partido al área de Iraizoz. Como los de Camacho tampoco están como para tirar cohetes, el partido siguió enfilado al empate a cero, y hasta pudo adelantarse el Athletic en su única llegada si Iraola acierta con un cabezazo franco. Pero ocurrió lo contrario. Pandiani, que había sustituido a Ezquerro, cazó un balón que quedó suelto en el área pequeña tras una disputa por alto un tanto blanda de Etxeita, sustituto de Ocio en el tramo final, y llevó el balón a la red entre Iraizoz y Balenziaga.
No hubiera sido justo que el Athletic perdiera el partido, aunque se lo hubiera merecido como castigo a su falta de personalidad para imponerse a un rival que no tenía ninguna gana de disputar la eliminatoria. Por suerte, en la última jugada llegó Llorente al rescate para dar la vuelta a la historia. De la catástrofe al éxito en un segundo afortunado. Así es la Copa.
A propósito de los árbitros y las camisetas
En dos partidos anteriores los árbitros han obligado a Iraizoz a quitarse una camiseta interior cuyas mangas negras, largas hasta las muñecas, sobresalían bajo las mangas cortas de su jersey azul de juego. Se han puesto los árbitros de un puntilloso con los colores que cualquiera diría que sufren daltonismo. Entre sus problemas para distinguir las camisetas, y el afán de los clubes por mejorar sus datos de merchandising, rara es la temporada en la que los equipos no jueguen casi la mitad de sus partidos con su segundo o tercer uniforme. Sin ir más lejos, el Athletic, que ha jugado toda la vida en el Sadar con su equipaje rojiblanco, vistió ayer camiseta azul y pantalón blanco... el mismo color de camiseta que utilizó Iraizoz sin que el árbitro dijera esta boca es mía.
Caben varias preguntas, con algunas respuestas. ¿A quién se le ha ocurrido una equipación en la que las camisetas de los jugadores y la del portero sean prácticamente del mismo color?. Probablemente a nadie en concreto. Los porteros tienen entre sus prerrogativas la elección de su uniforme, así que Iraizoz elegiría el suyo sin preocuparse de pensar en cómo vestían sus compañeros y sin que nadie, de los muchos que rodean al equipo, le dijera nada al respecto. ¿Qué hubiera pasado si el árbitro le exige que se cambie? Pues otro numerito sobre el césped y la evidencia de que alguien en el Athletic había hecho mal las cosas. ¿Por qué le permitió el árbitro vestir el mismo color cuando en dos ocasiones anteriores le llamaron la atención por las mangas?. Pues por la misma razón por la que no pitó el penalti sobre Susaeta. Son árbitros. Qué le vamos a hacer.
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5 comentarios:
Suscribo el post al 100%. Es un reflejo perfecto de lo que yo vi. Sobre el árbitro, y por alusiones, estuvo este también bastante mal. Más que por lo del penalty, que no es poco, e imposible de no ver, por las constantes faltas y lo tarjetero que fue.
Qué fortuna Caparrós. No merecimos nada por el juego que practicamos y nos venimos con un buen resultado. Pan para hoy y hambre para mañana, pero es lo que de la mano del de Utrera nos espera. Lo cierto es que creo que no ha engañado a nadie.
Pero va quedando menos Gontzal para que se vaya, que eso siempre es positivo. Juego ramplon, a defender, y mas mirando para atras que para adelante. Es que tiene que tener un apellido por ahi perdido que sea Amarrategi, porque si no no me lo explico.
Si en casa defendemos, como dije en su dia, con once en el area, eso cuando jugamos en casa, es que fuera defendemos con once, pero en el "area chica" como diria algun argentino.
Gontzal... que tengamos suerte, que todos deseamos la Copa, pero de otra forma, verdad? Por lo menos a mi, igual es por la edad, me gusta en trago largo, y a Jokin parece que le gusta a sorbitos.
Seguro que todos los que opinamos en este espacio nos gusta mas el trago largo, me confundo?
Luis Teclista
Después de ver lo del Reyno no me explico cómo nos pueden seguir vendiendo la moto de que este año sí que podemos llegar a la final. He visto cábalas y posibles cruces hasta semifinales que, con mucha buena voluntad y optimismo se pueden aceptar como buenas. Es decir, admito que el camino hasta semifinales es accesible. Pero hasta ahí, al menos con el juego que estamos viendo. Cambiaré de opinión cuando mejore el fútbol del Athletic; mientras tanto me resignaré a tragar la propaganda oficial de 'este año sí'. Por cierto, ¿qué me decís de Iurbenor?.
Ostras, JC, estaba pensando en poner un post sobre Iurbenor.
Poco leeremos de eso en Vocento, pero no es más que la señal clara de que el pelotazo del ladrillo ha existido, también, en Bizkaia, que al igual que el resto de los casos, los ladrilleros gustan del fútbol para hacer negocio en los palcos.
Relacionado con el Athletic, ver que el presi y un directivo son miembros del consejo de administración (además del presi en la sombra). Y encima huele mal, porque los jueces estudian si no han hecho una suspensión de pagos fraudulente de Iurbenor para salvar Afer y Iurbentia.
Qué pestazo. Y veremos como a no mucho tardar pasa lo mismo con Habidite. Y eso si que tiene connotaciones políticas...
Pues yo a pesar del mal juego desarrollado tanto en Huelva como en Pompeya, bueno mejor dicho malisimo juego, soy optimista y voy a soltar una frase jajajaj, que os puede servir a los periodistas como encabezamiento jajajaj.
"A 5 partidos de la final"
y el Jueves a las 22 horas soltaré un "A 4 partidos de la final".
Por cierto en Huelva aún jugamos mucho peor que ya es decir.
En cuartos nos encontraremos con el Valladolid, es mi favorito a pesar del 3-1 encajado en Gijon, y en semifinales nos encontraremos con el Deportivo de A Coruña que eliminara al Sevilla para que Caparros se cobre venganza con los que le criticaban por la tierra de los suevos.
Somo
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