Lo adelantó ETB el lunes y hoy lo confirman todos los medios, incluida la web oficial del club, que le dedica a la noticia exactamente dos líneas: Javi Casas jugará en el Córdoba como cedido hasta el final de la temporada. Ahora queda por escuchar la explicación de Caparrós y se agradecería que fuera en términos concisos y comprensibles, eludiendo cualquier demagogia o halago de oídos interesados.
Creo que a Casas le vendrá bien esta estancia en Córdoba puesto que al menos disfrutará de partidos para seguir creyendo que es un jugador de fútbol y no un mueble al que han utilizado a su antojo. Recordemos: sin número toda la temporada pasada, titular el primer partido de este curso y nueve minutos en el Bernabéu como segunda y última oportunidad esta campaña. Después nada. El ostracismo más absoluto y el olvido hasta por parte de los medios.
Quiero suponer que la decisión de ceder a Casas al Córdoba venía madurada de antes y que el anuncio de su cesión después del buen partido de Koikili en el Manzanares obedece a la casualidad. Por cierto, que Koikili tuvo que apechugar con la titularidad en un campo tan complicado como el madrileño, después de una temporada prácticamente en blanco, cuando el año pasado fue el dueño de la posición por encima del repescado Del Horno. Si añadimos el nombre de Balenziaga, el mero repaso a la nómina de laterales izquierdos y su aleatoria utilización en las dos últimas temporadas, nos sitúa ante un panorama por lo menos desconcertante que no dice mucho en favor de la coherencia del cuerpo técnico rojiblanco.
Al margen de su calidad o de sus condiciones para jugar en el primer equipo, Casas ha recibido un trato impropio en un club como el Athletic. Su carrera en el primer equipo ha sido más una peripecia que una trayectoria y si ningún futbolista profesional merece semejante trato, menos un chaval de la cantera de Lezama y en el Athletic. Al jugador le queda el consuelo de que en Córdoba va a jugar y que es improbable que le vayan a tratar peor que en casa.
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2 comentarios:
Al caso Casas -je- hay que unirle un despropósito más: la renovación que Fernando Lamikiz le hizo nada más llegar al primer equipo, con un contrato por un porrón de años. Y para no echar más estiércol al abogado de Busturia, que parece el único causante de los males del club, convendría hacer examen de conciencia a todos aquellos que le subieron al sopeloztarra al pedestal la primera temporada.
Tenemos mucha costumbre de caer en la tentación de pasar de la euforia a la depresión con jugadores, con la situación del equipo y con todo.
Todavía recuerdo quienes decían que Javi era un relevo para la banda izquierda, mejor que del Horno. Luego no tuvieron recelos en tirarlo por tierra.
Y en lo de la atención mediática coincido. Debiéramos reflexionar sobre si es lógico que Yeste sea noticia hasta cuando se recorta las patillas y que Javi Casas parezca que no pertenece al Athletic desde la jubilación de Argote.
Ha saltado la noticia también de que Lafu se va cedido al Sporting de Gijón.
Que tengan suerte ambos, es mi deseo.
Somo
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