viernes, 10 de agosto de 2012

El Athletic recordó los viejos tiempos

Qué pronto olvidamos los malos recuerdos. El año con Bielsa ha borrado de nuestra memoria las viejas imágenes del Athletic torpe, perdido, empequeñecido ante rivales insignificantes, saliendo magullado de una novillada sin picadores , que era como calificaba un viejo periodista bilbaino a partidos como el de ayer. El Athletic fue a encontrarse con su pasado en un pueblo perdido de Croacia. Los rojiblancos estuvieron a punto de tirar por la borda todo el prestigio ganado a lo largo de un año de brillo y oropel dominando a rivales de rancio abolengo en sus propios palacios. El equipo poderoso y seguro de sus fuerzas, capaz de imponer siempre su fútbol, ese grupo fiel a un estilo que le ha dado personalidad, se convirtió de pronto en el equipito asustado y desorientado, a merced de un rival rudimentario pero generoso en el esfuerzo y sensato a la hora de calibrar sus auténticas posibilidades.
Los rojiblancos saltaron al campito croata con las manos en los bolsillos, con una falsa suficiencia de nuevo rico, como si exhibiciones pasadas fueran suficientes para amilanar a un rival evidentemente inferior pero con orgullo y honradez suficientes como para pelear ante su público. Fue esa suficiencia, ese dar por hecho lo que todavía no está terminado, lo que acabó metiendo a los de Bielsa en un buen lío. Es verdad que faltaban muchos titulares y que el equipo sigue cogido con alfileres, pero también lo estuvo en San Mamés y entonces los que saltaron al campo se bastaron para dejar clara su jerarquía. Con una semana más de entrenamiento, que a estas alturas es media vida, se suponía que el Athletic podría resolver sin demasiados problemas. Al parecer los jugadores fueron más allá en la suposición y creyeron que podrían acabar con el Slaven sin despeinarse. Craso error.
A los croatas les bastaron los primeros cinco minutos para olvidarse de la impresión que les pudo causar un rival que les aplastó hace siete días. Comprobaron que aunque los jugadores eran los mismos la actitud era muy distinta. Que podían hacer daño con muy poquito a una defensa desajustada casi siempre y que superar el centro del campo era solo cuestión de correr. El Athletic fue apariencia, solo apariencia, esos primeros cinco minutos. Y la apariencia dio paso a un espectro del pasado, al equipo timorato, asustado, perdido, que no tiene el balón y cuando lo encuentra solo sabe facturarlo al patadón ante la evidente imposibilidad de jugarlo con un mínimo criterio.
El Slaven hizo un gol a balón parado, estrelló un remate en el poste y llegó al área interpretando el fútbol en clave de tragicomedia, donde la tragedia la sufría el Athletic porque la comedia la ponían sus jugadores. Aquel viejo Athletic que tanta vergüenza ajena nos ha hecho pasar por esos campos perdidos de los arrabales del fútbol, se retiró al descanso con cara de no estar entendiendo nada.
Afortunadamente, el equipo cuenta ahora con un entrenador que no se anda con medias tintas. Bielsa retiró a Ekiza, Ibai y Toquero para dar entrada a Llorente, Muniain y Ruiz de Galarreta. Modificó además el dibujo del equipo. Iñigo Pérez pasó del lateral izquierdo (donde por cierto volvió a demostrar que no se le ha perdido nada) al centro del campo; Iturraspe, del centro del campo al eje de la defensa y De Marcos, del centro del campo al lateral izquierdo. Ruiz de Galarreta y Muniain se ocuparon entonces de explicar el juego sin balón para dar opciones cómodas a Iñigo Pérez e Iturraspe, quien por fin empezó a ver algo de luz. Susaeta tuvo tiempo para pensar y espacio para moverse, justo lo que necesitó para que nada más empezar el segundo tiempo, diera un pase en profundidad perfecto a Llorente, quien rompiendo el fuera de juego se fue solo hasta el área para regalar el gol a Muniain.
El Athletic fue otra cosa tras el descanso. Nada del otro mundo, pero sí un equipo organizado y seguro de sí mismo capaz de poner al rival en su sitio. Con mejor manejo de balón, con dominio territorial y mayor claridad de ideas, los rojiblancos pudieron incluso adelantarse en el marcador. Si no lo hicieron fue por su proverbial falta de puntería. Para colmo, con el paso de los minutos y con la evidencia de su superioridad, volvió a hacer acto de presencia la maldita suficiencia, esa que hizo a Muniain perder el balón en el centro del campo por querer jugarlo de tacón. La jugada acabó con una nueva demostración del peculiar sentido del humor de Iraizoz tragándose un balón de forma parecida a como se tragó el portero croata el segundo gol en San Mamés, con gran hilaridad en la grada.
Hubo que sufrir hasta el final aunque saltaba a la vista que en los últimos minutos los jugadores del Slaven más que respirar boqueaban como pez fuera del agua, haciendo juego con algunos panchitos que tenían enfrente regalándoles una y otra vez segundos remates, rechaces al borde del área y espacios siderales entre la línea de defensas y el centro del campo.
Nadie dijo que sería fácil porque el Athletic de los suplentes tiene muy poquito que ver con el equipo con todos sus efectivos. De pronto, en un pueblo de Croacia vimos a ese Athletic que creíamos olvidado. Fue un regreso al pasado que esperemos que no se repita en el futuro.
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3 comentarios:

michelle dijo...

Juancar, el año ha comenzado como el anterior, con BIELSA cometiendo errores tácticos que dan miedo. Como demonios alguien normal puede insistir en colocar a iñigo de lateral????? qué demonios ve?????
A partir de ahí para mi merito tremendo superar una eliminatoria trampa en pleno AGOSTO y con los suplentes.
ZORIONAK y a confiar en amatxu hoy.

GORI dijo...

Volvimos a las andadas, JCL lo has resumido muy bien. Ahora, lo veo lógico y no ha sido determinante. Nos han puesto contra las cuerdas y hemos salido vivos. Ni tan mal. Nuestra desconfianza, nuestra falta de todo, radica en lo frágiles que somos atrás. El pressing centro de campo y arriba, todavía le falta físico y coordinación, esto como el año pasado lo superamos seguro. Gurpegi y Ekiza, por ejemplo, jugadores que me encantan y nada tengo contra ellos, no se están ganando el puesto. San José no ha empezado, Amorebieta recién operado, Ramalho verde que te quiero verde y Javitxu de vacaciones, no le espero hasta Noviembre. Pero la competición manda y hay que sacar resultados. Bielsa en el descanso cambia a TRES, mejoramos y pasamos la eliminatoria, con susto y jugando el primer tiempo de pena.
El problema está atrás y hay que probar ahora, en mi opinión, Castillo no da la talla, dudo de Saborit y Aurtenetxe está lesionado. Pérez, Ismael López e Ibai, pueden cubrir toda la banda izquierda y al contrario que desde hace mucho, podemos volver a tener una banda izquierda con mucha llegada. Veremos.
Lo gordo está en el centro de la defensa, ni están en su sitio ni sacan la bola. Sigo creyendo en Gorka, también veremos.
Los que puedan ir a Helsinki, 30 de agosto, que lleven la cartera bien gorda y que se lo pasen de cojones!!!
AUPA ATHLETIC!!!

Juan Carlos Latxaga dijo...

La verdad Michelle es que yo tampoco sé lo que se le ha perdido a Iñigo Pérez en el lateral izquierdo. Es más, es un jugador que no acaba de despejarme bastantes dudas respecto a su rendimiento.
Gori, efectivamente, el equipo falló mucho atrás, igual que al comienzo de la temporada pasada solo que ahora la cosa se agrava por las ausencias. Las pérdidas de balón en el centro del campo (el segundo gol llegó por ahí) y los desajustes entre centro del campo y defensa, fueron de juveniles. Espero que contra los finlandeses con ¿todos? y una semana más de entrenamiento, la cosa sea distinta