sábado, 17 de marzo de 2012

Bielsa tiene que inventar un delantero centro

Marcelo Bielsa tiene tarea extra para el partido contra el Valencia, nada más ni nada menos que improvisar un delantero centro en veinticuatro horas. Llorente no ha conseguido recuperarse de la lesión que le retiró prematuramente del partido contra el United y Toquero cumple sanción por acumulación de amonestaciones. Entiéndase el plazo de veinticuatro horas como una licencia literaria, porque seguro que el técnico lleva más tiempo previendo esta contingencia y alguna solución habrá ideado.
Amorebieta también está sancionado, pero por ese lado no hay novedad porque el relevo de San José está suficientemente ensayado y contrastado. No obstante, estas tres bajas ponen de manifiesto la precariedad de la plantilla rojiblanca como lo demuestra el hecho de que Bielsa ha tenido que convocar al descartado Koikili y a Jonás Ramalho, pese a que el chaval participó en los noventa minutos del partido que ganó el Bilbao Athletic al Sanse en Zubieta. La lista la completa el recuperado Gabilondo, desaparecido hace meses de la primera línea.
Lo más lógico es que el técnico recurra a la solución de jugar sin un nueve específico, a la manera a como lo hace el Barcelona, colocando en el eje del ataque bien a Susaeta o bien a Muniain, o incluso a ambos relevándose en la tarea, pero no de una forma estática, sino apareciendo desde posiciones más retrasadas.
La alternativa a esta solución es apostar por Ibai Gómez de salida. El chaval ha hecho méritos suficientes los minutos que le ha ido concediendo el técnico en los últimos partidos y ésta podría ser su gran oportunidad para empezar a demostrar lo que es capaz de hacer. Su titularidad, sin embargo, vaciaría el banquillo de relevos en el ataque, una circunstancia que también tiene que tener en cuenta el entrenador a la hora de decidir el once inicial.
Sea cual sea la solución que elija Bielsa, será la primera vez en mucho tiempo en la que el Athletic juegue sin un hombre de físico poderoso como referencia arriba. Toda una novedad que habrá que ver cómo funciona aunque no hay razón para pensar que no pueda ser una solución interesante a utilizar incluso como alternativa en determinadas situaciones.
El aterrizaje en la realidad de la Liga después del éxtasis europeo será brusco, tanto por las dificultades para componer la alineación como por la entidad del rival. El hecho de que el Valencia también haya tenido compromiso internacional entre semana amortigua un tanto el choque, aunque Emery tiene a su disposición más elementos para formar un once competitivo.
No es cosa de ponerse la venda antes de que se produzca la herida, pero no sobra recordar que el Athletic lo tendrá especialmente difícil. Las ausencias de Llorente y de su relevo natural modifican la fisonomía del frente de ataque del Athletic invalidando muchos de los automatismos que aplica el equipo cuando tiene el balón en campo contrario. Seguro que veremos más de un pase al vacío, y más de una falta de entendimiento en este partido.
Además, no es una circunstancia menor el proceso de descompresión que tienen que sufrir los rojiblancos después de lo que ocurrió en Bilbao el pasado jueves. No debe de ser fácil pasar sin solución de continuidad de una situación de efervescencia general a la rutina de la Liga. En otras circunstancias, la visita del Valencia, uno de los candidatos más cualificados a ocupar la tercera plaza, hubiera sido un acontecimiento en sí mismo por la trascendencia que tienen los puntos en juego de cara a la clasificación para la Champions League. Sin embargo nadie se ha acordado del equipo levantino prácticamente hasta la víspera del partido. El pasado domingo Mendilibar señaló una de las claves que provocaron la derrota del Athletic en el Reyno de Navarra. "Nosotros hemos preparado este partido toda la semana", dijo el técnico de Zaldibar. Buen apunte.
Viéndolo desde la perspectiva contraria, también es verdad que el momento de euforia que atraviesa el Athletic es una baza que puede tener una trascendencia no pequeña a lo largo del partido. Si el fútbol es un estado de ánimo, el de los rojiblancos no puede ser más positivo. El apoyo de la grada está garantizado, otra vez con todo el papel vendido, y el equipo está en un estado de gracia que obliga al optimismo. ¡Que siga la fiesta!.
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2 comentarios:

Karraka dijo...

Gabilondo a la izquierda y el enano mas atras y un poco centrado.
El jueves jugamos 50 minutos sin "9" específico (a Tokero yo no lo veo nunca como 9) y empatamos a uno con el MU. Otra solución, la que tu indicas. Veremos con que nos sorprende el Loko. De Marcos en sus tiempos jugaba de delantero. La bola siempre por el pasto.
Gabon

Iñaki Murua dijo...

Por lo que he visto hoy, Emery entrendor de equpo menor (incluso dudo si los jugadores lo hacen caso)