jueves, 9 de febrero de 2012

El objetivo no es llegar a la final, sino ganarla

Le tomo prestada la frase a Marcelo Bielsa para titular la reflexión inicial el primer día en el que hemos empezado a jugar la final. Tenemos tres meses por delante y seguro que habrá más aspectos que comentar, esperemos que más agradables y propiciadoras de la unidad rojiblanca, que todas aquellas cosas que se dijeron en los tormentosos días previos a la última final, aquella que se recordará más por el juego que dio un notario que por el exhibido por el equipo sobre el terreno de juego.
Han cambiado muchas cosas en estos tres años. Para empezar, la propia vivencia de la semifinal. Hace tres temporadas, el Athletic llevaba un cuarto de siglo sin alcanzar el partido trascendente, aunque se había asomado en un par de ocasiones a la semifinal. Aquel cruce contra el Sevilla tuvo mucho de épico por su carácter histórico. Llegaba la semifinal a Bilbao después de un 2-1 en el Sánchez Pizjuán, logrado en el último minuto por el Sevilla (sí, entonces también el Athletic sufría el último minuto), después de que Llorente hubiera adelantado al equipo antes del descanso. Aquel gol del delantero centro pesaba una tonelada de ilusión en los corazones rojiblancos porque valía una victoria mínima en San Mamés para alcanzar el objetivo. La familia rojiblanca se movilizó como hacía mucho que no lo hacía. Puestos a hacer memoria, San Mamés vivió un ambiente tan potente como cuando el Athletic logró su último título de Liga. Fue una explosión que nació en el corazón de todos y cada uno; nadie tuvo que convocar a los aficionados para que esperaran al equipo a las puertas del hotel, ni nadie organizó a miles de personas para que se apostaran a lo largo de todo el recorrido hasta el campo. Símplemente, sucedió porque la afición percibió que la Copa y el Athletic volvían a encontrarse en el camino. Aquello tuvo la verdad de lo espontáneo. Tres años después, ni la entidad del rival ni las circunstancias del partido han sido las mismas; la fiesta ha sido parecida a primera vista, pero en el fondo ha tenido un algo de impostura que le ha restado autenticidad. Los entusiasmos organizados y previstos, no son tan contagiosos, aunque tampoco vienen mal en estos tiempos. En cualquier caso, que las nuevas generaciones se acostumbren a protagonizar nuevos capítulos de la historia, en lugar de limitarse a escuchar las batallitas de sus padres, también es una buena noticia. Hasta aquí la disgresión pureta.
Han cambiado más cosas y de ahí el titular con la frase de Bielsa. Ahora la percepción de la final es muy distinta a la que se tenía hace tres años. Entonces sí era un objetivo en sí mismo llegar a la final porque incluía el premio del pasaporte europeo. A nadie se le pasaba por la cabeza que el Athletic tuviera alguna posibilidad de ganar a aquel Barcelona que estaba dando sus primeros pasos hacia la meta de ganar todos los títulos en disputa aquel año. Como mucho, el aficionado más optimista soñaba con un remoto e improbable milagro. Ahora, mientras el Athletic goleaba al Mirandés, en su fueron interno los aficionados rojiblancos se adelantaban al pensamiento que expresaría más tarde Bielsa en voz alta: las finales están para ganarlas y a día de hoy este Athletic puede ganar a cualquiera a un solo partido, incluso a este Barcelona que vuelve a cruzarse en el camino. Suelen decir los futbolistas en la derrota que una de las grandezas del fútbol es que siempre te concede la oportunidad de una revancha. Ahí la tienen los leones.
Han cambiado muchas cosas de fondo en estos tres años. La plantilla y el equipo titular sobre todo. Tomando como referencia otras dos finales jugadas en un intervalo de tres años, las de 1955 y 1958, la famosa de los once aldeanos, y repasando las alineaciones que presentó el Athletic, encontramos que tan solo hubo tres cambios, uno de ellos completamente circunstancial. Los once que ganaron al Sevilla en 1958 por 1-0 fueron: Carmelo, Orue, Garay, Artetxe; Mauri, Mauregi; Azkarate, Markaida, Arieta I, Uribe y Gainza. Solo Azkarate, Markaida y Maguregi no estuvieron en la alineación de los once aldeanos. Sus sitios los ocuparon Canito, Etura y Koldo Agirre.
Es verdad que el fútbol ha cambiado mucho y que ahora todo sucede a velocidad de vértigo. Hace tres décadas los aficionados se sabían, además de la suya, buena parte de las alineaciones de todos los rivales. Cada equipo tenía un ramillete de jugadores determinados, identificados con una camiseta y un escudo, que debutaban y se retiraban en el mismo club. Los niños de entonces sabían que a cada cara, a cada nombre, le correspondía una camiseta, siempre la misma, en las colecciones de cromos.
Por su propia peculiaridad, el Athletic se ha mantenido un poco al margen de esa vorágine de compras y ventas, idas y venidas. Por eso llama la atención el repaso de los protagonistas de la final del 2009, comparada aquella lista con la alineación y convocatoria del partido contra el Mirandés que, salvo catástrofe natural, serán muy parecidas a las que presentará Bielsa el día de la final. Caparrós alineó a Iraizoz, Iraola, Ocio, Amorebieta, Koikili; David López, Orbaiz, Javi Martínez, Yeste; Llorente y Toquero. Desde el banquillo salieron Susaeta, Joseba Etxeberria y Jon Vélez y se quedaron sin jugar Armando, Gurpegui, Etxeita y Balenziaga.
Ante el Mirandés repitieron Iraizoz, Iraola, Amorebieta, Javi Martínez y Llorente, solo cuatro fútbolistas de campo. Los nuevos fueron Aurtenetxe, De Marcos, Muniain, Herrera y Susaeta como titular. Desde el banquillo salieron San José, Iñigo Pérez y David López, y se quedaron sin jugar Raul y Toquero. Siete de los jugadores convocados para la final de Valencia ni siquiera pertenecen a la disciplina del Athletic y el técnico no cuenta para nada con dos más.
La renovación ha sido cosa tanto de Caparrós como de Bielsa, puesto que el técnico de Utrera permaneció en el Athletic hasta dos años después de aquella final. Casi se podría afirmar que las altas fueron cosa de Caparrós y las bajas de Bielsa, quien no ha hecho fichaje alguno y se ha limitado a redimensionar una plantilla heredada, dicho en términos numéricos, puesto que su aportación en aspectos técnicos y tácticos y en la reubicación de determinados jugadores, tanto en el campo como en el escalafón de la plantilla, ha sido mucho más enriquecedora.
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9 comentarios:

Gontzal dijo...

Futbolisticamente el equipo no tiene nada que ver, se ha crecido y mucho. Aquel equipo pasó en la liga con más pena que gloria y la final de Copa fue el salvoconducto para una temporada bastante desilusionante.

Ahora el equipo llega con otra moral, con otro fútbol, con otra confianza en sus posibilidades.

A un partido puede pasar cualquier cosa.

A los que comentan que llegaremos fundidos, recordarles cómo de atenazados estuvieron los rojiblancos hace tres años.

Odriozola dijo...

Personalemente, aunque lo comprendo, me parece que es excesivo (y a veces infantil) la Copa-dependencia del Athletic.

El Athletic es un club que aspira a ser (o se supone) grande y por lo tanto lo que toca ahora es aparcar este tema de la Copa hata Mayo y dedicarse a la Liga y la EL.

Es lo que hacen los equipos grandes. Es lo que hacen los profesionales. Es lo que lo que hacen los que no tienen complejos. Es lo que que hacen los que tienen confianza en si mismos.

Juan Carlos Latxaga dijo...

Gontzal, hacer pronósticos y previsiones de aquí a mayo es absurdo. A los dos equipos les esperan un montón de partidos en los que pueden pasar muchas cosas. Lo único seguro es que la disposición mental y táctica del Athletic no será la misma que hace tres años.
Odriozola, al hilo de esa dependencia de la que hablas, me gustaría hablar con un sociólogo de esa y de otras cuestiones relacionadas. La magnificación de cualquier nimiedad, el papel de los medios, tradicionales y nuevos, la creación de mitos y leyendas de consumo inmediato, ciertas poses individuales y colectivas... en fin, hay todo un mundo ahí para el que quiera reflexionar. A mí personalmente, me preocupa toda esta vorágine, a lo mejor es porque me estoy haciendo viejo, pero esto, me refiero al fútbol, no era así hace relativamente poco tiempo.

Gustavo Avila dijo...

Es probable que el Athletic tenga una destacada actuación en la Europa League, ya que veo difícil vencer al Athletic en 2 partidos, salvo que se dé un derrumbe fuera de San Mamés.

Ahora bien, la E.L. pareciera estar ligada a la copa, ya que son 2 competiciones similares, que juntas ayudaran a formar el carácter y madurez de este equipo en duelos tipo K.O.

Lo más peligroso de la final de Copa, es que probablemente se dé contra un Barça sin títulos.

Saludos

Ander dijo...

Pues no sé Gustavo, pero yo veo al Barsa como favorito para hacerse con la Champions.
De todas formas, no creo que el llegar a la final sin títulos haga al Barsa más peligroso...más bien al contrario, les añadiría una presión que no me parece que sea buena para ellos.

Pero vamos, que queda un mundo y hay que centrarse en otras cosas a la de ya, que nadie habla del Betis o de la hierba artificial rusa.

Juan Carlos Latxaga dijo...

Insisto en que elucubrar con lo que puede pasar en mayo no deja de ser un ejercicio de imaginación. Prefiero seguir la línea de Ander (bienvenido) y empezar a pensar en el Betis y en los rusos que, por cierto, se han lucido con el cartel anunciador del partido

Gustavo Avila dijo...

Por mi parte solo quería realizar un pequeño comentario sobre el hecho de que la copa entra en receso e inmediatamente se abre la E.L., haciendo que esta sea una prolongación o continuación en cuanto al ritmo de competición.

Esperemos que una continuación con el mismo tipo de éxitos por cierto...;)

Saludos

Odriozola dijo...

Como se dice en la jerga, este comentario es un puritito off-topic, pero permiteme Juan Carlos Latxaga.

Quiero empezar diciendo que creo que el deporte español ha alcanzado un nivel excepcional en cantidad y calidad, pero cuando hay valores extra-deportivos que prevalecen (en este caso, un hiper-nacionalismo acaparador junto a un cierto complejo histórico) pasa lo que pasa.

Y pasa que el dopaje penetra por los intersticios y poros de las estructuras deportivas y pasa que se hace el ridículo mas espantoso cuando para contestar a unos guiñoles se emite una protesta oficial del Ministerio de Asuntos Exteriores. Próximo personaje guiñolesco, el Minitro de Exteriores español.

Fin del 'off-topic' y añado. Cuando se habla de nuestro Athletic y de su revolución en la formas y en el no uso espureo del reglamento es también es para evitar estos sonrojos y sentirnos aun mas orgullosos.

Juan Carlos Latxaga dijo...

Gustavo, efectivamente, la EL sustituye a la Copa para mantener el ritmo de dos partidos por semana. En enero hubo nueve, en febrero habrá siete. Jugar mucho es la obligación de los grandes. Bienvenidas esas obligaciones.
Odriozola. Oportuno y bien razonado off topic. Efectivamente, es un ridículo de dimensiones siderales que un ministerio se meta a denunciar el contenido de un programa de humor. Probablemente, los defensores de la libertad de expresión que reprocharon el retraso intelectual y la intransigencia antidemocrática de los musulmanes en aquel asunto de las caricaturas de Mahoma, son los mismos que están poniendo a bajar de un burro a Canal Plus Francia.
No creo que haya una relación directa causa efecto entre el progreso del deporte español y el doping, pero es evidente la laxitud con la que se trata aquí este tema en comparación con otros países. La negativa del COI a conceder los JJOO a Madrid tiene bastante que ver con eso. Y no lo van a solucionar con el argumento de que los franceses nos tienen envidia.
Y sí, el Athletic también debe ponerse a salvo de todas esas cosas teniendo muy presente que no todo vale para ganar