jueves, 16 de febrero de 2012

Su doble personalidad le vuelve a jugar una mala pasada al Athletic

De un tiempo a esta parte, el Athletic está evidenciando una tendencia al suicidio que empieza a ser muy preocupante, una pulsión autodestructiva que le está arruinando y trae por la calle de la amargura a unos seguidores que comienzan a no saber con qué carta quedarse, que pasan del entusiasmo desmedido que provoca hasta en el espíritu más pusilánime la exhibición de los de Bielsa en el primer tiempo, a la depresión profunda ante la contemplación del mismo equipo en los siguientes cuarenta y cinco minutos. Últimamente este equipo no tiene término medio, pasa sin previo aviso del brillo cegador a la oscuridad más tenebrosa. Los mismos jugadores que convierten en oro todo balón que tocan, se transforman en unos tuercebotas con no le pegan a un balde. No es la primera vez que ocurre; sucedió hace cuatro días en Sevilla. Es algo que no tiene una explicacón razonable, aunque empiezan a menudear teorías que acaban coincidiendo en señalar al desgaste que sufren unos futbolistas que se llevan casi toda la temporada jugando dos partidos a la semana. La teoría del cansancio podría servir para explicar derrumbes en el tramo final de los partidos, pero no para justificar lo ocurrido ante el Betis o en Moscú, por ejemplo, donde los jugadores que dominaron con suficiencia en el primer tiempo se quedaron en el descanso en el vestuario y regresaron al campo sus hermanos, los que hacen el anuncio de la cerveza.
Y cabría decir lo mismo del entrenador, brillante estratega, obsesivo táctico que no deja nada al azar y que imbuye a sus pupilos una ambición y un espíritu de superación ejemplares que, a continuación, no acierta a remediar el desaguisado que se está produciendo ante sus ojos, introduciendo algún cambio o modificando el dibujo.
Nadie que no conozca al Athletic hubiera apostado por su derrota en el descanso del partido del Luzhniki. Al contrario, lo presenciado durante todo el primer tiempo animaba a calcular que los rojiblancos podían dejar sentenciada la eliminatoria bajo la nieve moscovita. El gol de Muniain era un premio escasísimo para la catarata de remates y ocasiones que generaron los leones en los primeros cuarenta y cinco minutos. Tocando el balón con finura y precisión, generando fútbol alrededor del círculo central, los de Bielsa llegaban con frecuencia y facilidad al área contraria, manteniendo una superioridad táctica que les permitía segundas y terceras jugadas. El Lokomotiv, solo podía oponer entonces la potencia de sus dos delanteros, Caicedo y Maicon, y el empuje de Glushakov, poca cosa para asustar a un Athletic que se sentía, y era, muy superior.
Pero en Moscú se juntaron los dos males que más sufre el Athletic: la falta de puntería, que ya se creía superada tras el retorno goleador de Llorente, y ese trastorno de personalidad al que habrá que encontrar rápido remedio antes de que la cosa pase a mayores. Por culpa del primero de los males, el Lokomotiv llegó vivo al descanso. Cuál no sería la sorpresa de los rusos cuando en la continuación se encontraron a otro equipo enfrente. Uno formado por jugadores de pierna blanda que salían perdedores de todas las disputas, que eran incapaces de dar un pase fácil al compañero situado a cuatro metros, que no encontraban a nadie en el campo con la suficiente personalidad para pedir el balón y dirigir la reorganización de un grupo que se estaba desmoronando. De pronto, los dos delanteros de Lokomotiv empezaron a disfrutar de balones en ventaja y del apoyo de sus laterales y centrocampistas, que llegaban con una facilidad inusitada a las inmediaciones del área de Iraizoz. De pronto, el portero se convirtió en el mejor de su equipo. Mal asunto que generalmente no suele conducir a nada bueno. Los tramposillos jugadores del Lokomotiv acabaron por encontrar en la inocencia de Aurtenetxe el premio que llevaban tiempo buscando. Caicedo, como antes Maicon, esperó y esperó, tanto que ya había perdido el balón cuando el lateral sacó la pierna. El árbitro rumano, que no se había dejado engañar en dos ocasiones anteriores, acabó por conceder al ecuatoriano el premio a su constancia.
El Athletic acabó por perder completamente los papeles y el Lokomotiv que había estado a punto de despedirse de Europa, vio clara la posibilidad de reengancharse. A Amorebieta le dio por emular al gran Nureyev pero sin ninguna gracia y Caicedo recogió el regalo para fusilar a Iraizoz. Se pasó de aspirar a resolver el emparejamiento en el primer partido, a mirar el reloj para comprobar angustiados que todavía quedaban veinte minutos de sufrimiento.
La eliminatoria tiene pronóstico incierto aunque, pese a todo, los de Bielsa cuentan con ese gol en campo contrario que vale su peso en oro. Tienen además a su favor la constatación de su superioridad sobre el rival siempre que actuen en modo versión original; si en San Mamés sale la imitación, no tendrán nada que hacer. Convendrá recordar también que el Lokomotiv, que no es tan mal equipo como pareció en el primer tiempo, ni tan bueno como el de la segunda parte, marcó sus dos goles gracias a dos regalos en el área y cimentó todo su fútbol de la segunda parte en los constantes errores de los leones, y en la desaparición de algunos de ellos. Y pese a ello, el Athletic pudo empatar en el último minuto. Hay motivos para el optimismo porque en el partido de vuelta las condiciones serán muy distintas y no solo en lo climatológico. El frío, la nieve y el césped artificial fueron los mismos antes y después del descanso; mejor no buscar por ahí las razones de lo ocurrido. Quizá lo que este equipo necesita es un psicoanalista.
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10 comentarios:

Josu O. dijo...

No se si psicoanalista o qué pero lo que si necesita es un recambio para Iturraspe y Muniain en los segundos tiempos.

Creo que uno de los problemas es que llegan muy justitos al minuto 60 y así entran los medios centros contrarios hasta la cocina. Alrededor de ese minuto de juego el centro del campo desaparece sobre todo en lo que a la labor de contención se refiere... y Don Martzelo tampoco atina con los cambios :(

Gustavo Avila dijo...

Mi apreciación es que está faltando liderazgo en la cancha... sobre todo en el medio.

No hablo de juego, ni de táctica, sino de ese jugador que no se esconde en el bajón colectivo y es capaz de seguir pidiendo el balón, predicando con el ejemplo.

Al no existir ese jugador, el equipo pareciera incapaz de revertir el mal juego. Por otro lado, Bielsa contagia a sus jugadores de pasividad, al no realizar cambios a tiempo.

Hace falta un buen jalón de oreja y, algunos jugadores no les caería nada mal ir un tiempo al banquillo.

Saludos

Juan Carlos Latxaga dijo...

Ongi etorri Josu O. Ayer los problemas llegaron en el minuto 46. No estoy tan seguro de que sea solo un problema físico. Si fuera así, ni tan mal. Creo que hay algo más relacionado con la falta de confianza o de concentración en cuanto las cosas se tuercen un poquito o el rival cambia el guión.
Gustavo, algo de eso digo en el post. Falta alguien en el campo con galones para reorganizar al equipo, pero no podemos olvidar que en puestos clave tenemos a jugadores semidebutantes como Iturraspe o Herrera. A lo mejor es cuestión de tiempo que la cosa se solucione. A los entrenadores no les suele gustar acordarse de los ausentes pero creo que con Gurpegui esto no estaría pasando.

Gontzal dijo...

Yo soy moderadamente optimista, JC, pero el partido del jueves es el más complicado de lo que va de temporada.

No sé a qué quedarme, porque las últimas tres semanas, las segundas partes, el equipo ha estado demasiado cercano a la versión mala de ayer.

No creo que sea físico, no da esa sensación, aunque me dicen que Aurtenetxe está jugando tocado. El problema sigue siendo que el equipo cuando le incomodan con presión cerca de su área no atina a sacar el balón con solvencia.

Es curioso, lo hacen peor cuanto más fácil lo tienen para hacer aquello en lo que llevan trabajando. Y no sé si los cambios ayudarían, ayer no me dio esa sensación, fue un problema de fallos colectivos (desde Iturraspe, a Herrera, pasando por los habituales de Muniain) tontos, de errar en lo teóricamente sencillo.

Contra el Málaga hay que disipar dudas. Y, seguramente, rotar. Aunque no lo guste mucho a Bielsa.

Gustavo Avila dijo...

Bielsa nos ha enseñado lo bueno que puede llegar a ser el Athletic con su sistema... Sin embargo, el equipo no termina de asentarse y muchas veces uno se queda con una cierta sensación de engaño.

Jugadores hacen falta, pero el Athletic pareciera no tener la capacidad de fichar y mantener la plantilla al mismo tiempo.

Iturraspe, Herrera y De Marcos que serían los medios titulares, están jojotos –como decimos por aquí- pero también demuestran desconcentración... lo cual y como dice Juan Carlos pareciera necesitar algo de psicoanálisis.

Muni, es un enganche más que un extremo y como mediapunta le falta velocidad y explosividad... por lo que al final, termina siendo otro medio, que por su juventud, no se le puede pedir que asuma la conducción del equipo.

Un Athletic que aspire a ganar todas las competiciones, necesitaría fichar un mediapunta; Griezmann. Un centro delantero clásico; Aduriz y un mediocampista de contención; Xavi Alonso.

Algo que no va pasar, ya que las realidades del mercado y el factor económico no lo van a permitir... Sí hay cantera de calidad, creo que es momento de que Bielsa se la juegue.

Es mejor perder varios partidos formando escuela, que tratar de mantener una apariencia.

Saludos y Abrazos Juan Carlos.

Juan Carlos Latxaga dijo...

Gontzal yo creo que no es un problema físico sino de sentido común para adaptarse a las circunstancias de cada momento del partido.

Juan Carlos Latxaga dijo...

Bueno Gustavo, olvídate de fichajes. Aquí se trata de jugar con la cantera propia, asi que, como siempre, es cuestión de paciencia y de perseverar en el buen camino y creo que Bielsa está ahí. Tiempo al tiempo

Scasi dijo...

Hola Juan Carlos

Nos tenemos que dar cuenta que los jugadores son los que son, capaces de lo mejor y de lo peor....

O estás muy puesto y acertado o el rival te puede hacer un estropicio...

Dejemos el tema físico aparte, porque el único responsable es el entrenador y él sabrá porque no realiza los tres cambios en un partido en el que en ese momento te están pasando por encima....

Esta forma de jugar tiene cosas muy buenas y muy malas, como lo tienen todas....
cuando tocas, presionas con apoyos, estás acertado en el pase..el juego fluye, porque es un equipo muy ofensivo...

por el contrario si el rival aumenta su presión, los apoyos no son los mismos, las líneas de pase no son tan claras y falla el toque se sufre, por el motivo de que no son jugadores de características defensivas....

Es lo que hay, olvidémonos de los que no están, que tampoco estaban cuando se ha jugado bien y se ha ganado....y nadie se ha acordado de ellos....

Y sigo con mi cruzada de la defensa individual, cuando algun jugador es superado, con Iturraspe fuera de sitio, el Athletic sufre un montón....
Porque esa defensa con libre retrasado provoca que el rival con arrancadas y paredes te llegue arriba con calridad....

Todo tampoco es malo, en la primera parte hubo una jugada de 1 minuto cronometrado con el Athletic tocando, y al final un chut de De Marcos con paradón de Guillerme....es decir, cuando se tiene el balón a veces se disfruta....
sin el balón la cosa cambia....

Y no es de recibo que al final del partido Llorente ponga la excusa del frío....si ha hecho un partido horrible, es lo que hay, que no ponga paños calientes.....

Yo he jugado muchos partidos con frío y agua después de caer en charcos y estar todo el partido helado y aguantando, y sin cobrar las millonadas que cobran los profesionales....y no me he quejado nunca.....

Josu O. dijo...

No digo que sea solo físico (que también) sino de bajar los brazos en cuanto la cosa se pone fea.

Pérdidas de balón en zonas peligrosas con todo el equipo por delante, no terminar la jugada aunque sea enviando el balón fuera al cartel de cierta bebida refrescante o de la Caja de Ahorros correspondiente, tarjetas absurdas porque el contrario te supera con solo un giro de cinturilla y no porque impones respeto con tu contundencia (Amorebieta no leas esto),...y nos entran por el centro como un mercancías.

¿Tanto le cuesta a Don Martzelo ver que cuando el partido está medio encarrilado el simple cambio a jugar con doble pivote Javi-Iturraspe con San Jose o Ekiza (que gran temporada pasada y que desaparición en la presente) daría más solidez tanto en defensa como en ataque, que es lo que nos falta en esos minutos "tontos"?

Y ojito con los resultados falta mucha liga... y, no quiero ser gafe, pero todavía no estamos salvados. El partido del Málaga puede servir de referencia. Si vienen a ganar el partido se lo llevan fijo si vienen a ver que pasa tendremos alguna oportunidad.

Por cierto, ¿no veis últimamente a Don Martzelo un tanto "miope" a la hora de hacer cambios? Me recuerda en ciertos momentos a los que hacía Jokin, que no los entendía nadie.

Juan Carlos Latxaga dijo...

Scasi, pues sí, es lo que hay, un equipo que todavía ofrece un rendimiento irregular, capaz de lo mejor y de lo peor. Creo que es cuestión de tiempo y paciencia que este equipo acabe cuajando.
Josu O. Yo también me pregunto qué pasa por la cabeza del mister para no hacer cambios que todo el mundo cree estar viendo, bien sacando gente del banquillo o moviendo a los que están en el campo. Bueno, igual que lo que decía referente al equipo, esto es lo que hay y creo que si hacemos balance hay muchísimo más positivo que negativo.