domingo, 12 de febrero de 2012

El Athletic se empeñó en perder
y lo consiguió en el tiempo añadido

Esta vez el hecho de encajar un gol en el tiempo de descuento entra en el terreno de lo anecdótico. Duele más, pero la verdad es que el Betis pudo conseguir el tanto de la victoria mucho antes. Hizo méritos suficientes y superó al Athletic con una claridad inesperada. Nada que objetar a la victoria de los andaluces, cimentada en los méritos propios, en el empeño que pusieron los de Bielsa en dar facilidades perdiendo constantemente el balón, y en la actuación de un árbitro de espíritu funcionarial que nunca entendió de qué iba la cosa.
Si hay que hacer caso a Bielsa, lo primero que hay que descartar es que la acumulación de partidos pasara factura al Athletic. El técnico explicó su cálculo con claridad meridiana: si esta vez no había rotación era porque mediaba el suficiente tiempo de descanso entre el partido de Copa y el de Liga y entre éste y el próximo de Europa League. Anulada la excusa, habrá que buscar otras razones para tratar de explicar el mal partido de los leones. Fijémonos, por ejemplo, en la exasperante falta de precisión en los pases, en los errores en combinaciones a cuatro metros, en las malas elecciones a la hora de mover la pelota. Si te empeñas en regalar el balón al contrario, le estás concediendo una ventaja que acabas pagando tarde o temprano, como le ocurrió al Athletic.
Los rojiblancos evidenciaron sus problemas desde el primer minuto, lo mismo que el árbitro, al mismo tiempo que el Betis exhibía sus armas. Los de Mel emplearon la presión y la intensidad como elementos disuasorios ante el menor intento de los leones de mover la pelota con cierto criterio. Iriney se convirtió en el hombre clave del encuentro. Se trata de un futbolista enérgico y dinámico que se comió él solito a todo el centro del campo rojiblanco, empleándose por las buenas o por las malas. En los primeros veinte minutos el Betis cometió diez faltas señaladas y el Athletic, una. No está nada mal el promedio de los verdiblancos, una falta cada dos minutos, señaladas por un colegiado que, sin embargo, mostró su primera tarjeta amarilla a Javi Martínez en el minuto 28. Arbitrar un partido es algo más que aplicar más o menos bien la norma; es entender el juego y comprender cuándo un equipo usa el reglamento de manera torticera en su propio beneficio. Pero es excesivo pedir que eso lo entienda Teixeira Vitienes o a cualquier colegiado; lo suyo es otra cosa y así les luce el pelo.
El Athletic fue incapaz de solucionar el problema que le planteó el Betis. Salieron los rojiblancos con la pierna blanda y el espíritu encogido y, como el árbitro, no entendieron lo que estaba pasando. Ya sabemos que Iturraspe nunca superaría un casting para ser el protagonista de Braveheart y que Iñigo Pérez tendría un triste porvenir en la legión extranjera, pero a estas alturas es exigible un mínimo de solidez en las disputas. No es de recibo perderlas todas, ni sufrir falta tras falta con resignación cristiana. Al Athletic le faltó músculo y energía en el centro del campo, toda la que le sobró al Betis, permisividad arbitral mediante. Así no había forma de que progresara el fútbol rojiblanco y por ahí llegó el derrumbe de un equipo que nunca acertó a imponer su juego en ningún sector del campo, porque, oh sorpresa, se vio superado en intensidad por su rival.
Los habilidosos delanteros béticos pusieron en evidencia a unos defensores muchas veces rebasados. Así llegó el primer gol verdiblanco y así sucedieron las ocasiones ante la portería de un Iraizoz que acabó siendo de lo mejor del equipo. Las imprecisiones en los pases y las consiguientes y constantes pérdidas de balón hicieron el resto. Si el Athletic alcanzó el descanso con el marcador igualado, se debió a un gol de fortuna y a que el rival, pese a todo, evidenciaba un nivel general un poco más que justito.
El árbitro impidió que comprobáramos el efecto del cambio de San José por Iñigo Pérez tras el descanso. La expulsión de Javi Martínez, por una segunda tarjeta amarilla tan evitable como exagerada, obligó a una recomposición de líneas que derivó en un Athletic a la antigua usanza, esto es, replegado en su área y fiándolo todo al balonazo sobre un Llorente que dio algunos signos de agotamiento. El técnico retiró a un Muniain que lleva un tiempo empeñado en parecerse más a Onésimo que a Messi, para reforzar la defensa con Ekiza, pero todo resultó inútil. A favor de corriente, Mel fue reforzando su línea de ataque para poner cerco a la portería de Iraizoz. Era cuestión de tiempo y de suerte que el marcador se moviera. Un pase de Muniain a un rival al borde del área preludió un gol bien anulado por el árbitro, el portero rojiblanco evitó el empate con una buena parada y finalmente, como si de una costumbre se tratara, en cuanto el cuarto árbitro mostró el cartel que indica el tiempo añadido, llegó el gol en un remate afortunado tras un penalti no señalado por mano de Ekiza y dos corners consecutivos.
El Athletic completó en el Villamarín uno de sus peores partidos de la temporada, solo comparable al que jugó en la primera vuelta contra el mismo rival. No es descartable que la acumulación de partidos empiece a pesar en las piernas de los leones, pero más que al cansancio físico hay que achacar a la falta de precisión los males que padeció el equipo. El empeño de algunos futbolistas concretos en complicarse la vida en situaciones comprometidas merecería una seria reflexión por parte de los responsables. Hay frivolidades que cuestan muy caras y que dicen muy poco de la inteligencia de quien las comete. El Athletic dejó crecer a un rival en teoría menor hasta servirle el triunfo en bandeja. En Sevilla hubo una acumulación de errores como no se había producido en todo el curso, a la que no fue ajeno ni el propio Bielsa, ¿a qué viene el cambio de Toquero a falta de un minuto para el final de la prolongación?. Estuvo mal el Athletic, sin paliativos, pero tampoco es la primera vez que el equipo rojiblanco hace el canelo en el campo del Betis. Será mejor que nos tomemos la derrota y sobre todo, la forma en que se produjo, como un peaje a la tradición. Queda mucho por delante para enmendar este borrón y el Athletic ha demostrado con creces que es un buen escribano
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6 comentarios:

Scasi dijo...

Hola Latxaga.....

El árbitro excesivamente contemplativo, pero son lo que llamamos faltitas, es decir, el Betis mucha presión en las disputas, pero faltas que de no ser el Athletic el que las realiza, no acarrean tarjeta...pero esto viene de mucho tiempo atrás, no es de ahora....

Sin excusa de árbitro y sin escusa de esfuerzos, como bien apunta Bielsa, el juego en genral pobre, las disputas y duelos individuales en numerosas ocasiones para el Betis.....

La defensa individual tiene sus pros y sus contras, las bandas del Betis, sobre todo con Jeferson un martirio, las diagonales es lo que más daño hace a este equipo, porque los centrales demasiado incrustados e Iturraspe a veces fuera de sitio, no llegan a atapar y por ahí vienen las vías de agua...(recordar goles y principales situaciones de peligro en contra, el mismo Betis en la primera vuelta, con Salva Sevilla y Jeferson campando a sus anchas)....

Mel sinceramente le ha ganado ambos duelos a Bielsa (no es nada raro que el Betis también le haya dado sustos al Barça por la forma de jugar...), y los jugadores del Betis han demostrado estar más puestos en ambos partidos y más acertados (y que quede claro que estamos hablando de un recién ascendido)....

La defensa no achica y perdias las batallas en el centro del campo y la delantera se amontona el trabajo....

Yo creo que la Liga se va hacer larga y mientras Bielsa confíe en el equipo base, con los demás siendo meros parches (no entiendo demasiado bien el cambio de Iñigo por San José, ¿había sido el peor de la primera parte?, no lo creo....)

No me han gustado los cambios en los dos últimos partidos de Liga en el descanso de Iñigo y David...por que es una especie de mensaje para los jugadores como si fueran los culpables de que el equipo no esté todo lo bien que se quisera....

Pero es lo que hay...

Yo sinceramente en Liga todo lo que sea quedar entre 7º y 10º lo vería más o menos normal....

Juan Carlos Latxaga dijo...

Hola Scasi. Creo recordar que fuiste tú el que en un comentario anterior llamaste la atención sobre cómo defiende el Athletic, sin tirar nunca el fuera de juego. Contra el Betis se vio con más claridad que nunca. Es una opción pero hay que estar más atentos, más rápidos y mejor colocados que en el Villamarín.
El árbitro no es excusa pero el Betis le rompió el ritmo al Athletic y le impidió la salida, sobre todo en el primer tiempo, a base de faltitas constantes. Eso el árbitro lo tiene que entender. No vale con pitar la faltita mientras no sea muy aparatosa. Iriniey hizo no menos de una docena de faltas en el primer tiempo y vio tarjeta en el segundo.
Otros puntos flacos fueron la debilidad en las disputas y los errores en el pase, desesperantes y dañinos para el equipo.

Scasi dijo...

Latxaga, es que lo de los árbitros es una batalla perdida...
A mí generalmente me deseperan esos arbitrajes, en los que un equipo hace unas cuantas faltas, incluso un mismo jugador, y luego el primer jugador que hace una falta del Athletic se lleva tarjeta...
A veces quizá demasiado descaradas...pero los árbitros caen y sacan tarjeta...

ese tipo de faltas que era muy típico ver a jugadores tipo Albelda, Marchena, ahora Sergio Ramos, etc, con la complacencia arbitral....

El tema del fuera de juego es bastante llamativo...
El Athletic es el últmo con 26 fueras de juego a favor....

El Osasuna que es 10º lleva 56 y el Villarreal 1º con 86....

Yo creo que son datos significativos respecto a la situación defensiva del equipo...muchas veces demasiado partido, con un centro del campo muy creativo, pero también desbordado....

El achique no se produce porque se juega con un libre que cubre las espaldas al otro central, que suele ser Amorebieta, muy metido...

Se aprecia también en las jugadas a balón parado y en las contras de los equipos rivales....y las famosas diagonales de jugadores de banda rápidos y habilidosos...

Y no es casualidad que los finales de partido lleguen con las fuerzas justas y con mucha distancia entre líneas.....

Veremos si hay cambios en adelante...

Gustavo Avila dijo...

Hola Juan Carlos

No creo que se pueda sacar conclusiones del partido de ayer... fue tan atípico, que lo mejor es verlo como un bache del equipo, antes de intentar utilizarlo para validar ideas propias sobre algunos jugadores o el técnico.

El Betis de Mel, siempre va ser hueso duro de roer tácticamente... sobre todo ya que Bielsa no puede preparar un cambio radical de sistema, para un juego en específico con un equipo en formación. Distinto seria, si ya se tiene consolidado el bloque y los automatismos.

Bielsa esta temporada está dejando que el equipo gane experiencia, incluida experiencias negativas como la de ayer. Sé que uno espera que el técnico ayude al equipo a salir de malos momentos con un cambio milagroso, pero Bielsa no es solamente un técnico de fines de semana, sino que posee un visión global para construir una escuela de juego, que a veces es difícil de seguir para uno.

Otra cosa que nadie menciona son las charlas y análisis post-partido que sabe hacer Bielsa con la plantilla.

Dejo esas valoraciones para el que quiera ver esto como un proyecto.

Saludos y Abrazos.

PD: Por las dudas, aclaro que no soy para nada bielsista.

Juan Carlos Latxaga dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Juan Carlos Latxaga dijo...

Gustavo, los análisis no son excluyentes. Una cosa es la visión global que se tenga del trabajo de Bielsa, en mi opinión muy positivo precisamente por algunas de las cosas que apuntas, y otra el análisis de un partido determinado, como el del sábado, o de las características de algunos jugadores. El Athletic jugó un mal partido contra el Betis y mereció perder, tal y como reconoció el propìo Bielsa, quien admitió que el equipo no supo ni atacar ni defender. En mi opinión no supo atacar ni defender por las cuestiones que comento en el post; Sacasi también expone las razones por las que cree que se produjo la derrota en su comentario. Claro que son opiniones personales y perfectamente discutibles, por supuesto.