viernes, 16 de septiembre de 2011
La suma de individualidades hace un gran Athletic
Por llegó. Al cuarto intento. No es exagerado decir que el fútbol sublima este mundo de prisas y consumo inmediato, quiero eso y lo quiero ya. Si a la exigencia se le añaden razones más turbias, nos encontramos que todavía en el mes de septiembre, las urgencias pueden empezar a hacer mella en el devernir de un equipo. No hay más que repasar los titulares de los medios de comunicación locales y el sentido de las crónicas para entender de lo que estamos hablando. Había que ganar, sí o sí, para evitar un estado de opinión que más cabría calificar de estado de histeria, bien canalizada y alimentada, eso sí. Y tenía que ganar Bielsa, no el Athletic. Curioso.
Afortunadamente, el Athletic de Bielsa respondió a la exigencia y a la cuarta obtuvo ese triunfo tan exigido. Lo hizo, además, a lo grande, en competición internacional y fuera de casa. Dominando el partido de cabo a rabo, dando un recital de toque y control del balón y de los tiempos, con profundidad y llegadas masivas al área contraria. Jugando con fidelidad al guión establecido por el entrenador, pareciéndose un poco más a ese equipo que se intuye que quiere Bielsa, un equipo protagonista, ambicioso, con personalidad en el campo, dominador; el sueño de cualquier aficionado hecho realidad. El Athletic jugó en campo ajeno al ataque, siempre más cerca de la portería rival que de la propia, dando siempre una sensación de superioridad que haría sospechar sobre el verdadero calibre del rival si no tuvieramos la referencia de que el Slovan eliminó a la Roma a doble partido. El equipo italiano cayó, 1-0, en el mismo escenario en el que el Athletic prácticamente se paseó. Por ciero, el Trabzonsport que pudo salir goleado de San Mamés, ganó en el campo del Inter, 0-1. Está bien recordarlo para ir tomando algunas referencias sobre el potencial que apunta el Athletic.
Claro que ganar era lo más importante. De eso se trata en cualquier deporte. Pero la discusión, recordémoslo, era otra: cómo queremos ganar. Y el Athletic ganó en Bratislava como más gusta, jugando un buen fútbol y mostrando al mundo su calidad individual y colectiva. Del partido cabría destacar que el equipo de Bielsa está muy bien encaminado en la búsqueda de la piedra filosofal del fútbol: que la suma de unas buenas individualidades haga un gran conjunto, esto es, que el equipo no tenga que vivir de la genialidad de alguna estrella, ni que los jugadores vean anulada su personalidad en el supuesto beneficio del conjunto, o sea, ni el circo Price ni un campo de trabajo siberiano.
Brillaron las individualidades, y de qué manera. Muniain jugando por fin en el sitio donde más puede rendir, Iturraspe motivado, Susaeta con chispa y participativo, sin duda animado por el gol, Iraola reivindicándose como lo que es, un titular del que no se puede dudar, De Marcos insinuando que sí, que puede ser una buena opción para un puesto maldito, Amorebieta sacando el balón desde atrás, Gurpegui dando poso al centro del campo...Claro que también hay cosas que mejorar, como la puntería y el estado de forma de Llorente, que quizá tengan bastante que ver con el nuevo papel que tiene que interpretar, o el sitio que tiene que ocupar Javi Martínez, un futbolista que puede rendir a gran nivel en cualquier punto de una linea imaginaria trazada entre los dos puntos de penalti.
Pero lo más importante es que la suma de todas esas individualidades dio como resultado un equipo compacto, de líneas muy unidas, confiado en su fortaleza, atrevido para atacar y convencido de que la mejor forma de defender es manteniendo la posesión del balón lejos de la portería propia.
Fue un gran debut europeo protagonizado por un equipo que se presentó como visitante con un solo defensa nato, Amorebieta, en la alineación. Un dato que es en sí mismo toda una declaración de intenciones.
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3 comentarios:
Una pena, no pude ver el partido pero he leído y escuchado que se jugó muy bien. Me alegro. Si el domingo se sacan los tres punto ya estaremos en la senda.
Pues una pena que no lo vieras porque fue una gozada, sobre todo el primer tiempo. Pero no hay que echar ninguna campana al vuelo. Ahora, el Betis.
A mí me pasó como a Urtzi; solo pude oír el primer tiempo por radio (parece que en Europa League pueden entrar sin problemas al campo ¿no?)
Un apunte al hilo de lo que escribes, Juan Carlos; más de uno y más de dos, me temo, está pensando en el Athletic de Bielsa, no en el ATHLETIC, que es lo que debiera importarnos ¿no creéis?
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