domingo, 15 de marzo de 2009

¿Seguirán todavía con el cuento de Villar?

Supongo que Muñiz Fernández vendría a San Mamés con el consabido libro de instrucciones que dice una recua de imbéciles, ha dado Villar a los árbitros para favorecer al Athletic. Será por eso por lo que perpetró una actuación que si no acabó en una cuestión de orden público fue sólo porque la afición de San Mamés prefirió tomárselo a choteo. Si le queda algo de sentido común debajo de la capa de gomina, Muñiz Fernández estará a estas horas con el ego por los suelos. Cuando un árbitro encrespa los ánimos como lo hizo el asturiano, lo mínimo que espera es salir escoltado y al borde de la agresión, como un héroe del silbato. Que lo haga en medio de la rechifla general debió de ser muy doloroso para él; tanto como que el campo entero le tributara una cerrada ovación en el momento en el que Higuain transformaba el penalti con el que el colegiado cerró su exhibición.
Muñiz Fernández es un árbitro malo, pero no peor que muchos de sus colegas. Le tengo por un colegiado un poco por encima de la paupérrima media que dan los árbitros españoles. Por eso, estoy convencido de que lo que hizo el sábado en San Mamés no fue la obra de un incompetente. Los incompetentes suelen repartir sus errores y Muñiz no los repartió. Se equivocó siempre hacia un lado, si es que lo que hizo pueden llamarse equivocaciones. Un árbitro sabe muy bien lo que está haciendo cuando en los primeros cinco minutos de partido carga con dos tarjetas amarillas a dos defensas del mismo equipo; sabe tanto como cuando deja sin sanción dos agresiones en el mismo periodo de tiempo. De la misma manera que no creo que Villar haya dado instrucciones en un sentido, me niego a creer que las haya dado en otro, es decir que, como insinuó Caparrós al final de partido, la Liga está viva gracias a la victoria del Madrid el sábado. Lo más probable es que Muñiz Fernández fuera por libre y que decidiera perpetrar su estrambote de acuerdo a su leal saber y entender. Él sabrá porqué lo hizo.
Es posible que el Real Madrid hubiese ganado el partido con un arbitraje normal. Jugadores tiene para hacerlo como demostraron Robben o Lass. Pero no lo hubiera hecho con tanta facilidad a cómo lo hizo gracias a la escabechina que perpetró el árbitro con el Athletic desde el pitido incial. Porque una de las claves del partido del sábado era la puesta en escena del Athletic. Como suelen ser clave en este tipo de partidos de alto voltaje los primeros quince minutos de los rojiblancos, ese arranque arrasador que, por ejemplo, laminó al Sevilla en la Copa, suele ser decisivo para la suerte del Athletic en el desarrollo del partido. Pues bien. Muñiz Fernández desactivó las armas rojiblancas permitiendo por un lado, y amonestando por el otro. Los de Caparrós no pudieron sostener su ritmo de caballería polaca en ese primer cuarto de hora porque el partido se paró y se trabó en una sucesión de broncas, discusiones y tarjetas. Los rojiblancos se llevaron los codazos y las tarjetas y eso permitió a los blancos zafarse de un asedio que temían. Maniatado Koikili por una amarilla en el minuto 6, Robben transformó su banda en una autopista por la que llegó el primer gol. Una falta inexistente de Ocio fue el preludio del segundo gol, en un balón que se comieron defensas y portero rojiblanco a partes iguales.
Parecía muerto el partido cuando Heinze (increíble que acabara sin tarjeta) hizo un autogol que marcó a la vez el resurgir y el hundimiento del Athletic. Casillas salió aparentemente a protestar que el Athletic siguiera el juego con un blanco caído en el césped. En realidad salió a provocar por ver si picaba algún pardillo. Lo hizo Yeste que se fue hacia él para empujarle, momento en el que Casillas cayó fulminado al suelo cogiéndose la cara (en la sala de prensa confesaría luego que Yeste no le tocó en la cara sino que le empujó en el pecho). Casillas, hasta el sábado querido por el público de San Mamés, recordó entonces a un personaje como Buyo.
Muñiz Fernández consideró que aquello era motivo de expulsión del capitán rojiblanco y alguien en el Athletic tendrá que considerar que aquello es motivo de una seria reflexión. No puede ser que un jugador, y menos el capitán, corra el riesgo de recibir una tarjeta a la vista de cómo estaban el partido y el árbitro.
Ni el gol del empate cabeceado por Llorente y propiciado por una cantada de Casillas, alimentó demasiadas esperanzas en la parroquia. Una cosa son los milagros y otra remontar al Madrid y al árbitro con uno menos. El gol de Huntelaar en el primer minuto de la segunda parte, en otro fallo de Iraizoz, fue la sentencia definitiva y el preludio de una goleada tan cruel como injusta.
Del encuentro quedan algunas lecturas. Por ejemplo, que el Athletic se obsesionó demasiado pronto con el árbitro y le perdió la cara al partido y al rival. Que Yeste debe reflexionar muy seriamente sobre lo que hizo. Que todo el equipo debe pensar que cuando no sale el plan A, tiene que haber un plan B y que cuando la tormenta arrecia es mejor guarecerse que salir a pecho descubierto. Que Caparrós haría bien en estudiar mejor los cambios. Los relevos que hizo en el segundo tiempo, lejos de servir para mejorar algo, no hicieron sino acabar de romper el equipo.
Una nota final. De Juande Ramos sabía que no había tenido empacho en romper a media temporada su contrato con el Sevilla para ir a hacerse millonario al Tottenham sólo para convertirse en uno de los técnicos más breves que ha conocido un banquillo inglés. Desde el sábado también sospecho que es un cínico o que no sabe ni cómo se escribe la palabra vergüenza. Decir, como dijo en la sala de prensa, que el árbitro no influyó en el desarrollo del partido le coloca en un lugar destacado en el poblado panteón de entrenadores de fútbol que tienen el rostro de hormigón armado. Caparrós estuvo brillante recordándole lo de Liverpool.

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12 comentarios:

Iñaki Murua dijo...

Me quedo con el apunte sobre los cambios en el segundo tiempo, que todavía no había sido expulsado Luci. ¿No fueron realizados con escaso criterio por Caparrós? Con el jaleo, ¿se había olvidado Luci de tomar los apuntes correspondientes en su cuaderno? ¿No estaba Toquero agotado? ¿no consulta Caparrós? (podría darse la vuelta y preguntárnoslo al menos, jejeje)

Gontzal dijo...

Juan Carlos, bordado. Y no sueles ser tú muy beligerante con los árbitros, luego razones hubo.

Coincido en que Muñiz no es de los peores, es normalito, y supo hacer lo que tenía que hacer para no ser portada esta semana en Marca y AS, algo que sabía podía pasarle si el Madrid perdía en San Mamés con alguna decisión suya perjudicial para los blancos.

Lo de Fran, y le tengo aprecio personal, es lamentable. Es de tonto. Es intolerable. Casillas decepcionante.

Y de Juande Ramos poco más se puede decir. Arrieritos somos. El día que se lo devore el entorno madridista, lo celebraré.

Lo peor es que en su misma línea, Valdano, Montes o ¡Salinas! dijeron que el arbitraje no había mediatizado.

Los cambios del amigo Joaquín inexplicables. Me quedo con lo que dice Iñaki, tiene sentido.

Por último, un placer conocerles en persona caballeros.

Anónimo dijo...

Ya lo venia diciendo yo de los arbitros. Que no hay ninguno bueno lo tenia claro desde el minuto uno. Lo de ayer encima viene a decir algo mas: buenos no, pero tan chulescos, impresentables e imparciales como el de ayer seguro que queda alguno mas.

Joe, pena de no saber que ha habido kedada. Katxisssss.

Luis Teclista

Juan Carlos Latxaga dijo...

Iñaki, por más vueltas que le doy sigo sin entender los cambios. ¿Susaeta por Orbaiz?. Javi Martínez jugó todo el partido medio tocado por un rodillazo que le dieron en el muslo nada más empezar, y tuvo que aguantar hasta el final. Por cierto, que dándole vueltas al partido, cada vez le encuentro más parecido con lo que hizo el Madrí el día del Camp Nou. Cuatro patadas seguidas a Messi nada más empezar, como para marcar territorio. Caballeros del honor que cuando pierden dan la mano, según reza la letra de su himno...
Gontzal, Valdano tiene pasado madridista y Montes no tiene ni p... idea de fútbol. Salinas, me temo que está muy preocupado por parecer imparcial y objetivo y a veces se pasa.
Luis, la próxima vez tienes que venir a tomar una cervecita con esta gente, que es muy buena gente

Antonio Piera dijo...

No puedo compartir tus criterios, aunque entienda tu cabreo, pero me parece que no eres objetivo en tu resumen, y que hablas poco de fútbol en esta entrada visceral.

Lo que yo vi es que Caparrós no planteó el partido como ante el Sevilla ni el Athletic siguió el guión del Liverpool. Sacó a los jugadores sobreacelerados y convencidos de que había que amedrentar al contrincante y echar al público encima del árbitro. No pretendió imponer el poderío físico sino la fuerza (léase violencia, si se quiere). No adelantarse al contrario, sino barrerlo. Creo que este planteamiento fue la base de todos los errores iniciales, de la entrada desproporcionada de Koi (indiscutible de tarjeta), del exceso verbal del equipo, de la pérdida de control de Fran (o vamos a negar el desmesurado empujón, aparte de conceder el oscar de interpretación a un Casillas desaforado), y tantos elementos que calentaron exageradamente el partido derivándolo hacia la violencia. Contribuyó el manotazo de Huntelaar a Amorebieta, sin el pertinente castigo disciplinario, no lo niego, pero pronto aquello empezó a parecerse más a un Betis/Sevilla que a un partido de fútbol.
Sólo este grado alto de violencia inducida puede explicar el golpe de Ocio a Schnneider, sin balón, que hubiera supuesto otra roja. O las contínuas agresiones entre Amorebieta y Heinze (ninguno de los dos debió terminar el partido) o el puñetazo en la cara de Llorente a Metzelder cuando ya se iba hacia el final del partido.
No me parece que el Athletic se planteara ganar a base de fútbol, sino buscando generar artificialmente una feroz temperatura en la grada y en el césped, lo que es legítimo si no se usan para ello la violencia y el fingimiento que han sido las constantes de los equipos de Caparrós cuando juega contra el Madrid. El Liverpool no necesitó de ello para poner al Madrid en su sitio a base de fuerza, anticipación, velocidad, apoyos y colocación, ni al Athletic le hicieron falta estos recursos para borrar a todo un Sevilla del campo. ¿Por qué salieron a relucir ante el Madrid?
Espero que no te hayan molestado mis palabras, ni a ti ni a tus habituales lectores, pero lo mismo que escribo cuando estoy de acuerdo creo que es de ley hacerlo cuando discrepo.
Ojalá os vaya bien en Liga y sobre todo en la final de Copa, a pesar del entrenador que os ha caído en suerte.

Gontzal dijo...

Antonio, creo que a todos los que estamos opinando nos falta objetividad por ser de un equipo u otro.

Tu análisis es coincidente con la corriente de opinión generada desde los medios madrileños sobre la dureza del Athletic. Es curioso porque para mi el equipo se desquicia con las decisiones de un árbitro predispuesto, como se demuestra en los primeros 5 minutos:

Minuto 1 - Manotazo de Lass a Javi Martinez.
Minuto 3 - Codazo de Huntelaar a Iraola (tarjeta a Iraola por protestar).

Creo que el Madrid salió también a la guerra, pero con mayor condescendencia por parte del árbitro. ¿Y el golpe en el ojo a Toquero? ¿Cómo puede Heinze irse sin tarjeta? ¿El penalty por mano de Pepe con 2-3 en el marcador?

Lo de Yeste, que para mi es una tontería, pero también un exceso la roja, podría arreglarse con una amarilla. Desde luego si tiene gravedad como para ser roja, Casillas no puede no quedar amonestado. ¿Y los empujones de Raúl a Yeste después de ver la roja? ¿No dan para una amarilla también?

Tengo el partido grabado y lo he repasado. Invito a todos a que lo hagáis y vayáis anotando los errores del trencilla.

El problema es que desde Madrid no vende ahora decir que a los merengues les benefician los arbitrajes después de inventar el villarato y la teoría de la conspiración.

Juan Carlos Latxaga dijo...

Amigo Antonio, a mi no me molestan las opiniones sobre fútbol, faltaría más, ni siquiera las de un madridista, ja, ja.
Discutir sobre la objetividad y la subjetividad nos llevaría no un blog entero sino toda la blogosfera y no llegaríamos a conclusión alguna. Yo soy subjetivo, claro que sí, pero ni más ni menos que tú, o cualquier otro. No filosofemos sobre el sexo de los ángeles.
Por eso, solo voy a aportar unos datos del partido, porque los datos no están en discusión.
Primeros diez minutos: Manotazo de Lass a Martínez y de Huntelaar a Iraola. Entrada fuerte de Koikili sobre Robben.
Resultado: Iraola y Koikili, dos defensas, amonestados
Balance al descanso:
Athletic: Iraola, Koikili, Javi Martínez y Ocio amonestados. Yeste expulsado.
Real Madrid: Huntelaar y Sneijder amonestados.
¿Se aprecia la proporción?.
Balance al final del partido:
Athletic: Siete amonestados.Tres expulsados.
Real Madrid: Cuatro amonestados.
Valoración: NI UN SOLO JUGADOR DEFENSIVO DEL MADRID AMONESTADO. ¿Tiene alguna lógica?.
Minutos de las tarjetas: Huntelaar (41), Sneijder (45), Parejo (81). Higuain (83).
¿Tienen la misma influencia, además de la cantidad, la calidad (por el minuto en que fueron mostradas) de las tarjetas?.
Curiosidades.
Según redacta en el acta el árbitro, Iraola, Ocio y Martínez son amonestados "por discutir con un contrario sin llegar al insulto ni a la amenaza”. ¿El contrario no discutía a su vez?. ¿Dos no discuten si uno no quiere?. ¿Sólo uno de los discutidores merece sanción?.
El lance Yeste-Casillas ¿es proporcionado que se salde solo con una tarjeta roja?. ¿No discutía o insultaba Casillas llamando a Yeste hijo de p... según salía a la carrera hasta fuera del área, como se lee en sus labios en TV?.

Antonio Piera dijo...

No dudo que todos somos subjetivos, pero encuentro que yo he planteado una tesis (Caparrós planteó el encuentro al estilo marrullero, con dureza y exagerando para propiciar faltas que permitieran colgar balones a Llorente) que sostengo al apreciar las diferencias de planteamiento ante el Sevilla y el sábado, y en la trayectoria (furibunda antimadridista) de este entrenador.

Para mí, hay lances del juego y elementos añadidos. Heinze, por ejemplo, le hizo a Toquero un penalty tan innecesario como idiota que el árbitro no pitó. Cierto.
Casillas salió gritando a Yeste por no haber parado el partido (como hizo antes el Madrid por dos veces) estando Snejder en el suelo. De eso vemos a cientos cada partido. Aunque no sigo el Marca (ni nada que huela a Pedro J.) justo ayer le eché una ojeada esperando una cita en un bar y, mira tu por dónde, caí sobre una foto que no he vuelto a ver en la red (aunque la he buscado para enseñárosla) que demostraba el exceso de Yeste en su respuesta.

No entro a valorar lo que Gontzal recrimina a Raúl ya que creo que lo único que pretendió (Fran lo podrá decir) fue parar a un Yeste sobreexcitado para que no se complicase más la vida, conforme a la actitud que siempre le ha caracterizado en el campo y que habitualmente tanto contrarios como compañeros le reconocen.

Si tenéis el partido digitalizado, me encantaría que me lo mandárais para repasarlo y mejor sustentar mi opinión, porque mis recuerdos no casan exactamente con lo que relatáis ambos.

Insisto. El Athletic del sábado no fue el del Sevilla. De salida y todo el tiempo. Espero que el de la final de Copa sí.

Gontzal dijo...

Antonio tuve ayer la oportunidad de ver lo de Raúl detenidamente de nuevo y es cierto, en el campo me pareció otra cosa. Chapeau por el capitán madridista.

Voy a intentar localizar el partido en formato digital. Y también espero que mis comentarios no te hayan molestado, que como dice Juan Carlos, sólo nos falta con la que cae en otros ámbitos enfadarse por fútbol.

Con respecto a la jugada de Casillas creo que debieron ver ambos o sólo amarilla o los dos la roja. Este vídeo creo que es bueno.

Al menos, coincidimos en lo de Pedro J., ¡que no es poco!

Antonio Piera dijo...

Nunca he discutido con nadie por un partido de fútbol y no va a ser ésta la primera vez, desde luego, con gente tan templada.

No he conseguido ver el vídeo del Youtube, pero lo seguiré intentando, ni localizar la foto que mencionaba. Pero sí he caído sobre unas declaraciones de Orbaiz respecto al partido que me han resultado gratificantes, ya que su autocrítica se basa en un "mal planteamiento desde el minuto uno". Yo ahí leo una confirmación de mi tesis, pero a lo mejor me equivoco, aunque sus palabras me han parecido en conjunto de lo más sensatas. ¿Las habéis leído?

Con lo de PedroGaitas confirmo que estoy rodeado de buena gente. Un saludo a todos.

Gontzal dijo...

Yo sí le he escuchado, este mediodía en el Oye cómo va, dícese por aquí que es el único deporte compatible con la hora de comer.

Las declaraciones íntegras de Orbaiz aquí, aunque no estoy yo muy de acuerdo con el jugador navarro, creo que es bueno pasar página y centrarnos en sacar puntos.

Juan Carlos Latxaga dijo...

De acuerdo Antonio. Caparrós tampoco es santo de mi devoción porque creo que le gusta demasiado la demagogia (en sus comparecencias ante la Prensa y sobre el terreno de juego) y es verdad que abusa de la trampa y de la triquiñuela, eso que los snobs han dado en llamar el juego fronterizo. Quiso repetir contra el Madrí lo mismo que hizo contra el Sevilla. Misma alineación, misma salida de caballo desbocado. Contra el Sevilla, el Athletic no dio patadas y encauzó el partido en el primer cuarto de hora, como tantas veces ha hecho a lo largo de su historia, muchísimo antes de que viniera Caparrós por aquí. La diferencia contra el Madrí fue que los blancos emborronaron ese primer cuarto de hora, con la inestimable colaboración del árbitro, y los del Athletic cayeron como pardillos en una guerra que no debió ser la suya. El Madrí sufre cuando le aprietan, le meten ritmo y el partido se desboca, y domina cuando lo para y controla el tempo, porque hace valer la técnica de muchos de sus jugadores. Creo que por ahí va Orbaiz cuando habla de los errores que cometió y que debe corregir el Athletic. Los latinos, que no conocieron el fútbol, se preguntaron hace muchos siglos qui prodest?. Pues 2-5. Está claro.