Cuando abandonaba San Mamés el domingo, en la radio había un tipo que estaba hablando de algo que denominaba "posición Intertoto", que no sé si tiene algo que ver con el kamasutra o con el yoga. Economía de palabras le llaman a la figura, aunque mucho me temo que se trate más bien de economía de ideas. A lo mejor, el locutor no tenía mucho de qué hablar, o mucho qué decir, después de visto lo visto en San Mamés. Vivimos un momento del periodismo deportivo en el que se ha instalado el maniqueismo más penoso. Si ganamos, bien; si perdemos, mal. El problema surge cuando hemos estado vendiendo que vamos a ganar... y perdemos. Ahí se acaban las palabras y las ideas. Debe de ser muy complicado explicar a la gente que aquel equipo que pasó de salvar el pellejo a aspirar a la UEFA hace dos semanas, ahora está en una situación en la que ni corre peligro ni aspira a nada. Bien mirado, esa debe de ser la posición Intertoto, que según el animoso locutor, sigue estando al alcance. O sea, como la posición del loto, o la del misionero.
El Athletic preparó el domingo un homenaje a Gurpegui a pie forzado, que es una técnica de versificación que usan los payadores chilenos y que consiste en componer las estrofas a partir de unas rimas obligadas. Nuestros bertsolaris también lo hacen. En San Mamés también obligaron a la rima de alinear a Gurpegui cuando es obvio que, después de dos años de inactividad, no está para jugar noventa minutos y menos en una posición tan vital para el equipo como el centro de la defensa. Si lo del Bernabéu hace siete días no tuvo medio pase, en San Mamés hubo más de lo mismo. De nada sirvió que Amorebieta completara un partido rozando la excelencia. A su lado, Gurpegui comprobó que una cosa es correr en Lezama y otra, enfrentarse a un tipo con Güiza, que quiere ganar el Pichichi. Por ahí llegó el primer gol, como llegó alguno también en Madrid.
Pero habíamos quedado en que Gurpegui se merece eso, o sea, pasillo, we will roock you, y titular contra viento y marea. Craso error. Si Gurpegui no se merece algo, es que le pongan a los pies de los caballos como le han puesto dos partidos consecutivos, salvo que de lo que se trate es de que recupere ritmo de competición a marchas forzadas, pensando en la próxima temporada, a pesar de que todo el equipo sufra, y mucho, con el proceso, lo que dice bien poco de quienes siguen vendiendo la moto de la posición Intertoto.
Pero hubo más en San Mamés frente al Mallorca que bien hubiera podido comentar aquel locutor que se quedó sin nada que decir, cosa grave cuando tienes un micrófono delante. Sobre todo, la romería que organizó Caparrós en el eje longitudinal del equipo. Arrancar el partido con Gurpegui de central, Garmendia de medio centro y Yeste en la media punta, ya suena a broma incluso a estas alturas de la temporada, cuando los partidos ya tienen un ambiente veraniego para los equipos que no se juegan nada. Pero lo mejor estaba por venir. Como ni Garmendia funcionaba en su posición (ni funcionará) ni Yeste lo hacía en la suya, mediado el primer tiempo se produjo la permuta de posiciones. Pero aquello no iba a acabar ahí. Prácticamente nada más empezar la segunda parte, Yeste fue sustituido para que Murillo ocupara primero la posición de medio centro, tal vez para contrarretar la presencia de Ibagaza, para acabar retrasándose unos metros hasta el eje de la defensa, lo que llevó a Gurpegui al puesto de medio centro los últimos minutos del partido. Si para completar la faena Nunes estaba poniendo firme a Llorente, podremos decir que el Athletic jugó todo el partido sin espinazo, lo que le convirtió, de acuerdo con las leyes de la naturaleza, en un ser invertebrado, y así no hay manera de practicar ni la posición Intertoto ni nada.
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3 comentarios:
La verdad es que creo que Caparrós ha hecho un buen trabajo esta temporada (sé que hay quienes le critican y no con pocos ni malos argumentos) pero hay veces que no entiendo por qué se complica la vida.
¿No es más lógico utilizar de centrales a Murillo o Prieto? ¿Por qué no Gurpe de medio centro, el tiempo que aguante?
Y en lo que me parece un auténtico desastre es en la gestión de los cambios. Más de la mitad de los que ha hecho aún no los entiendo.
Contra el Mallorca me parecieron desastrosos, tanto las sustituciones como los continuos cambios de posiciones.
Kaixo Gontzal. Yo también creo que, en líneas generales, Caparrós ha hecho un trabajo aceptable, pero...manifiestamtente mejorable. No hay que olvidar la cantidad de fichajes de este año (Mané tuvo que apechugar con lo que había, sin ir más lejos)y habría que hablar largo y tendido tanto sobre algunos de esos fichajes (cómo, por qué, cuánto...) como sobre otros fichajes frustrados.
Creo que Caparrós tuvo un momento a mitad de temporada en el que literalmente no sabía qué hacer y ahora al final se ha equivocado enviando a la plantilla mensajes muy confusos, cuando no directamente negativos, como la ida y vuelta de Susaeta, o ese empeño en hacer jugar a Gurpegi cuando salta a la vista que no está para jugar y ya nos ha costado dos goles.
Lo que dices de Murillo, Prieto y Gurpe es de cajón, pero no olvides que un entrenador es el único señor que ve lo que otros 35.000 no ven, o que no ve lo que los 35.000 están viendo.
Estoy básicamente de acuerdo Juan Carlos, sobre todo en el mérito de Mané con respecto a lo de este año por la diferencia de plantilla. Y los fichajes, sinceramente, creo que dijo que sí a todo lo que le ofreció la directiva porque desconocía lo que había y tenía miedo.
Sobre lo del entrenador, a veces pienso que el problema es que tienen que hacer que ven más allá que 35.000 para justificar su sueldo. Por mucho que insistan, el fútbol no es tan complicado.
Por cierto, nos hemos quedado sin ver el partido hoy por el enfrentamiento entre los imperios mediáticos amigos de ZP...
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