De pronto tu defensa permite que los tres centrales del rival toquen de cabeza en tu área pequeña y que el último remate a gol casi debajo del larguero y completamente desmarcado, tan desmarcado que incluso podía estar en fuera de juego aunque nadie lo protestó. De pronto, tu central hace una entrada tan innecesaria como mal medida dentro del área y al árbitro le da por pitar penalti cuando hace apenas siete días hubiera exclamado ¡siga, siga!. De pronto, a tu portero le da por salir de excursión sin ningún sentido y deja la portería vacía para que un rival envíe la pelota a la red desde una posición más que complicada si el guardameta llega a quedarse en su sitio. Y así, de pronto, el equipo menos goleado de la Liga se va a casa con un 3-0 que incluso pudo ser más amplio, y acaba de mala manera con una racha de seis partidos sin conocer la derrota. Así es el fútbol, las rachas vienen y van, sin atender a razones demasiado profundas, y la del Athletic se acabó en un Riazor que algunos presentaron nada menos que como el trampolín a Europa. Tan inconsistente era esa afirmación que en el plazo de siete días el optimismo oficial y por decreto ha plegado velas y donde dijo que la UEFA era un objetivo alcanzable, acaba de despedir oficialmente al equipo de la competición internacional. Así se escribe la historia y así está el periodismo deportivo, confundido definitivamente con la tertulia al pie de la barra del bar, cuando no directamente inmerso en la discusión de tasca. No en vano algunos de sus protagonistas más ruidosos comparten espacios con toda la soltura del mundo.
La derrota de Riazor no es excesivamente grave para un equipo que a estas alturas ocupa la décima posición y mantiene nueve puntos de diferencia sobre un Zaragoza que tiene peor pinta cada domingo. Lo de que los 43 puntos garantizan la salvación es otro cantar y habrá que esperar a la última jornada para comprobarlo, pero teniéndolos a falta de seis jornadas es lógico pensar que el Athletic sumará algunos más, si se pone a la tarea y se deja de suficiencias como la de prestar un titular al Bilbao Athletic, que esa es otra historia de la que habrá que empezar a hablar sin 'acritú' pero en profundidad.
A lo mejor la derrota ante el Depor tiene incluso el efecto beneficioso de aportar un gramo de sensatez a algunos de los integrantes del club y a ciertos sectores del periodismo y de la afición, no vaya a ser que puestos a ser optimistas alguien acabe acusando al equipo de haber fracasado por no conseguir una clasificación europea. Preguntarse a estas alturas si a este Athletic le conviene o es capaz de sostener dos competiciones simultáneas resulta ocioso a la vista del nivel de reflexión que se observa, así que a falta de objetivos y de pensamiento crítico, se avecinan días de rumores, fichajes y traspasos, tiempos delicados para la comunicación del club, que últimamente no se ha demostrado precisamente brillante. Permaneceremos atentos al aparato
Menéame Technorati: Athletic GBookmarks: marcar
1 comentario:
Espero que no dejes en el olvido el tema del B. Athletic. Este año lo he seguido poco en directo (apenas cuando ha jugado en San Mamés) pero el movimiento de plantilla, con tantos cambios a posteriori, es, cuando menos, curioso.
Publicar un comentario