viernes, 20 de abril de 2012

Un buen resultado para un partido horrible

Mirémoslo desde el lado positivo. Si el Sporting solo ha sido capaz de ganar por la mínima a este Athletic, es lícito suponer que a poco que los de Bielsa recuperen su rendimiento normal, podrán dar buena cuenta de los portugueses en San Mamés dentro de siete días. El Athletic estuvo a punto de tropezar y caerse con todo el equipo cuando ya solo le quedaban dos pasos para alcanzar la final. Afortunadamente, la cosa quedó en un traspiés que amenazó la verticalidad de los leones pero que no acabó en un morrazo contra el suelo. Queda el último paso y ese hay que darlo en San Mamés, lo que es una ventaja indudable que los rojiblancos deben hacer decisiva.
El equipo que ha asombrado a toda la Europa futbolística, no estuvo anoche en Lisboa. Se debió de quedar en el hotel o alguna fuerza extraterrestre nos dio el cambiazo cuando se dirigía en autobús al estadio. En el terreno de juego de Alvalade compareció un grupo timorato, despistado, asustado a ratos, que nunca supo lo que tenía que hacer. El golpe de suerte del gol nos devolvió una versión desvaída de aquel gran equipo que vimos en Manchester o en Gelsenkirchen, pero la aparición apenas duró veinte minutos. Fue un visto y no visto que se esfumó enseguida. En ese breve lapso de tiempo el fantasma del Athletic pudo incluso resolver la eliminatoria, pero Amorebieta estrelló el balón en la base del poste. El gol hubiera sido el justo premio para el mejor de los hombres que puso Bielsa en liza.
Un partido lo juegan dos equipos, así que habrá que concederle al Sporting la parte que le corresponde del desastre rojiblanco. El equipo portugués le ganó la partida al Athletic con las mismas armas que tanta gloria han dado a los rojiblancos. Los leones de Alvalade rugieron mucho más y más fuerte que los de San Mamés. Se hicieron con el partido a base de garra, de coraje, de correr más que el rival, de meter la pierna más fuerte, de ganar todas las disputas. De fútbol, más bien poquito; la velocidad de sus extremos y el despliegue de Martins en el centro del campo. Con esas armas ha ganado el Athletic cientos de partidos; anoche le tocó sufrirlas en sus propias carnes.
El equipo que tan pinturero se presentó en el inicio de la semifinal, se fue derrumbando desde adelante hacia atrás. Desasistido Llorente, la línea formada por Susaeta, De Marcos y Muniain se perdió en tierra de nadie. Iturraspe, espesito también, no acertó a dar salida al balón y los laterales, en especial Iraola, se sumaron al despropósito general, que en ocasiones rozó el esperpento, con unas pérdidas de balón ante el rival invisible que no se recordaban desde los tiempos de Mané, por lo menos.
Así que el Athletic se sostuvo apoyado en Amorebieta y Ekiza. Los dos se bastaron para mantener a raya a los verdiblancos y para corregir los errores de sus compañeros, y uno diría que esto último les dio más tarea que lo primero.
Mal, muy mal posicionado el Athletic con el balón en los pies, con el equipo partido en dos, todo su fútbol se limitó a balones largos de Amorebieta buscando a Llorente, como en los viejos tiempos que creíamos felizmente olvidados.
Llegar al descanso con el marcador sin estrenar fue lo mejor que les pudo pasar a los de Bielsa, quienes, a pesar de su pésimo juego, apenas pasaron más apuros en su portería que un remate esquinado que pegó en la parte exterior del poste. Pese a la mala imagen había razones para pensar que la cosa tendría que mejorar en la segunda parte. El Sporting para entonces ya se había desvelado como un equipo muy luchador dirigido desde la banda por un tipo con una pinta que no sabes si es el entrenador o uno que está vendiendo Winston de contrabando al cuarto árbitro.
La cosa mejoró algo a la vuelta del vestuario, y se puso fenomenal cuando Aurtenetxe llevó a la red el único balón que el Athletic puso con algo de intención en el área rival en todo el partido. Fue un golpe de fortuna que no hacía justicia a lo visto hasta entonces sobre el césped. El Sporting acusó el golpe porque hasta el equipo más aguerrido sufre un impacto de esa naturaleza. El Athletic había conseguido el tesoro que había ido a buscar a Lisboa, ese gol en campo contrario que cotiza tan alto en el mercado de la competición internacional. Pudo y debió aprovechar que el rival flotaba entonces en el campo, pero la diosa fortuna ya había hecho su parte del trabajo y no estuvo por la labor de hacer horas extras cuando Amorebieta cazó aquel rechace al borde el área pequeña.
Pero hasta el equipo más malherido se repone si le das opción y el Athletic de ayer estaba empeñado en conceder todas las facilidades a su rival. Si los verdiblancos ya no eran capaces de robar el balón, los rojiblancos se lo regalaban amablemente; si no ganaban los choques, ya se encargaban sus rivales de caerse solos. Si no veían la forma de llegar con ventaja al área de Iraizoz, qué menos que facilitarles los desmarques apartándose amablemente.
Insúa logró el gol del empate casi sin querer, metiendo la cabeza a un balón suelto que Susaeta se limitó a mirar y cinco minutos más tarde Capel le dio la vuelta al marcador y al partido culminando una carrera en la que disfrutó de la agradable compañía de hasta tres rojiblancos que le escoltaron desde el centro del campo hasta el borde del área. Ese gol dibujó un escenario infernal para los últimos diez minutos de partido cuando éste se situó en la afilada arista que separa la seguridad relativa de una derrota por la mínima, del abismo que se abre debajo de dos goles de diferencia.
Los jugadores del Sporting echaron el resto y corrieron como solo pueden correr unos futbolistas que miran a la banda y ven a Sa Pinto, y los jugadores del Athletic siguieron a lo suyo, a equivocarse, a perder el balón y a jugar con fuego, pero ni en esas condiciones los portugueses consiguieron algo más que elevar el diapasón del ruido de la grada. Iraizoz siguió prácticamente ajeno al partido, tanto que ni siquiera se molestó en salir a buscar un par de balones cruzados al borde de su área pequeña, para alegría de los cardiólogos de Bilbao.
Mirémoslo por el lado positivo. Si después de semejante partido el Athletic está a un solo gol de la final con noventa minutos pendientes de jugar en San Mamés , es que los dioses ya han hecho su elección. De Marcos no estará, pero ayer tampoco estuvo desde que vio la tarjeta amarilla por una entrada absurda que fue como el anuncio del despropósito que vendría después. A cambio volverá Javi Martínez, y es de esperar que también regresen Herrera, Susaeta, Muniain y Llorente. El Athletic los necesita a todos para rematar el trabajo. También al empuje de la grada de San Mamés, pero eso se da por descontado. Quedan siete días para otra noche mágica.
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10 comentarios:

Iñaki Murua dijo...

Eso, lo mejor, que seguimos vivos y con esperanza para el partido de vuelta.

Gontzal dijo...

Ay, qué sufrimiento tan innecesario.
Mi pulsómetro dice que de corazón, bien, gracias pero no sé cómo va a aguantar lo de ayer, la tensión del sorteo dominical y el partido del próximo jueves, que tiene que será, sí o sí, la última gran gesta de la historia de la actual Catedral.

Con respecto al resumen, poco que añadir. Me abono también a la teoría, hay que ser positivos, que el mal juego no eclipse las opciones reales. Que esto no podía ser un paseo militar.

¿Reservo para Bucarest o espero? ¡Qué debate tengo!, ¡qué tentación!

Igor dijo...

Genial lo de Sa Pinto y el Winston de contrabando Juan Carlos, me he reído un rato.

Soy optimista. Ayer estuvimos imprecisos, agarrotados... pero es que una semifinal, es una semifinal.

Las comparaciones son odiosas, pero tampoco el Barcelona ni el Madrid puediron ganar sus partidos fuera de casa. Y creo que pasarán los dos.

Así pues,no descarto nada: goles de última hora que dan la clasificación, prorroga agónica, tanda de penaltis angustiosa...

Hace tiempo que le dije a mi hermano -comentando que el único penalti que había parado Iraizoz en San Mames fue al Athletic con el Español- que Gorka está llamado para la gloria. Es una frikada, pero en el fútbol pasan esas cosas.

En cualquier caso, el partido de vuelta del jueves es de esos que son para VIVIRLOS. De los que, permítaseme la expresión, "me ponen".

Estos jugadores ya han hecho historia.

He disfrutado tanto del viaje que no llegar al destino no me supondrá ninguna frustración. Quedan 90, 120, o los minutos que sean, para darlo todo. Como tal vez diría Bielsa, este partido se justifica en sí mismo.

No hay que mirar atras,pero tampoco a Bucarest. Simplemente, mirémonos al espejo, reconozcámonos, "gustémonos", y démoslo todo, en el campo y en la grada.

Decir que se puede es una obviedad.

Joxerra Bustillo Kastrexana dijo...

De los peores partidos europeos de este año y sólo pierden por la mínima. Bielsa, además de fútbol, no ha traído la potra desde Rosario.
Aunque algunas portadas de periodico quiere pasar por victoria una indiscutible derrota. Tanto forofismo asusta.
Tan sólo espero que Muniain resucite para el partido de vuelta y que Amorebieta siga siendo el kaiser que fue ayer.

Gustavo Avila dijo...

Buena crónica JC

El Athletic con la excepción del partido con el ManU, ha tenido en todas las visitas un bajón de rendimiento en medio del juego, sin embargo hasta ayer, nadie lo había podido aprovechar.

Tengo confianza en el equipo...

Saludos

Juan Carlos Latxaga dijo...

Está claro que hay un pensamiento unánime que se resume en:
-Después de lo visto, el 2-1 ni tan mal.
-El Sporting es un rival asequible y el Athletic no puede volver a jugar tan mal como en Lisboa
-San Mamés será decisivo
-El jugador número 12 lleva haciendo ejercicios de calentamiento desde ayer a las once de la noche y va a jugar al máximo durante los noventa minutos.
-Arriba los corazones, aunque no se descarta algún riesgo de infarto

michelle dijo...

Es evidente que el equipo está en la reserva. Ayer fue un milagro salir vivos, pero bielsa se equivocó gravemente en los cambios.
Primero los demoró en exceso, el equipo da sintomas de cansancio y los relevos son básicos ya en el comienzo d el segundo tiempo. Y quizás ayer no era San Jose el hombre. NO necesitabamos otro central, en realidad borja y amore fueron los mejores... los cambios nos dejaron sin centro del campo, y la salida de toquero tampoco contribuyó sino a terminar de fracturar el centro.
No pasa nada, queda la txampa final y san mames puede ganar ese partido; pero a santander deberían ir ya descaradamente los suplentes.
JO TA KE

Odriozola dijo...

Partido malo y resultado bueno: igual que el del Real Madrid, mejor que el del Barsa y mucho mejor que el del valencia. Con adversario no ma dificil relativamente hablando. Esto último de los resultados y su comparativa es objetivo

Pasar ?.. Bueno, se trata de un juego (ya se sabe, azar y todo eso) pero los equipos portugueses son como son y me parecen mas difíciles que los tradicionales allende los Pirineos.

Odriozola dijo...

Ah !! se me olvidaba. A Santander deben ir a ganar y a esforzarse como si fuese el Sporting. No a la especulación. Es lo mejor que nos ha traido Bielsa. Lo contrario desmerecía la herencia de los partidos jugados hasta la fecha. Es lo que hacen los equipos grandes y es lo que les hace grandes. Y se puede.

michelle dijo...

Hombre ODRI ( si me permites el abuso del apocope) yo cuento con que los suplentes irían a esforzarse, no a pasear. De hecho en la segunda vuelta el athletic ha logrado mejores resultados cuando ha rotado.... a estas horas ya asumo que bielsa no va a rotar.
Cierto es que el resultado del nou camp nos favorece mucho porque el madrid a lo mejor viene borratxo d e exito, y quien sabe si haciendo el pleno de aquí al final nos acercamos al cuarto puesto....
Deseando que mañana olasagasti no la mont en TOLOSA, se va a acostar michelle!!!!