lunes, 6 de abril de 2009

Que la suerte nos siga acompañando

En Mallorca todavía deben de estar tirándose de los pelos pensando en cómo pudieron perder el sábado en San Mamés. En Lezama, si todavía queda un mínimo de sentido común, tendrían que estar sintiendo un escalofrío propio de quien ha sufrido un aterrizaje forzoso, una sensación sólo equiparable a la que provoca el descenso brusco desde la nubes hasta la tierra y sin previo aviso. Estaba todo el mundo entretenido buscando entradas para la final y calculando lo que saldrá la broma de ir a Valencia dos días laborables, (¿quién dijo crisis?) cuando apareció el Mallorca y devolvió a todos a la realidad de la Liga, una realidad que se empeña en devolver al Athletic ese aspecto ceniciento y marchito que no disimulan los brillos de la Copa.
La gente salió de San Mamés el sábado con la sonrisa del timador que acaba de sacarle los cuartos a un julai que pasaba por allí; con el gesto de quien sabe que se lleva para casa algo que no ha hecho méritos para ganar pero que le hace tanta falta como el comer. Los tres puntos que el Athletic le birló al Mallorca multiplicaron el domingo su valor a la vista de los resultados de la jornada. Basta con echar un vistazo a la clasificación para comprobar dónde estarían los rojiblancos de haber empatado o perdido el sábado. Da vértigo mirar la tabla.
Para que un entrenador reconozca que la suerte ha ayudado a su equipo, ha tenido que producirse una conjunción astral capaz de variar el rumbo del planeta. No ocurrió tanto el sábado en San Mamés, pero casi. La secuencia del balón salvado en la raya por Iraola y el casi inmediato gol de Javi Martínez resume lo que sucedió en la catedral. El remate de Javi fue el único de su equipo contra la portería de Misercordia, como el penalti de Yeste fue prácticamente el único contra la portería de Ingenieros. Ambos se convirtieron en gol. Por el contrario, Aduriz se hartó de rematar en todas las posturas y desde diferentes ángulos sin que el balón quisiera entrar en la portería de Iraizoz. Se equivoca quien prefiera engañarse con el espejismo del resultado. Aduriz demostró, pese a su falta de acierto, que es un delantero hecho y derecho, una clase de jugador del que en el Athletic solo se dispone de un ejemplar; cuando falla, como falló Llorente el sábado, el equipo rojiblanco queda desnudo a merced de cualquier rival, incluso de un rival tan plano como un Mallorca que sin hacer nada del otro mundo pudo llevarse la victoria con todo merecimiento.
Se asombran ahora algunos de que en la lista de goleadores del Athletic figuren en lugares privilegiados centrocampistas como Javi Martínez o defensas como Iraola, compartiendo honores con Llorente. Dicen que los delanteros del Athletic no aparecen en esta relación. Nada más natural. Tampoco aparecen los pivots, ni los medios melée del Athletic. No existen. Si Caparrós no tiene más delanteros que Llorente, es imposible que aparezcan en una relación de goleadores. No hace falta leer a Aristóteles para llegar a semejante conclusión. Por acabar con algo de Filosofía digamos que si partimos de la tesis de que el Athletic tiene un solo delantero y seguimos con la hipótesis de que éste podría ausentarse por lesión, enfermedad o sanción, llegaremos a la conclusión de que más nos vale concentrarnos en nuestros conjuros para que la suerte, que con tanta exuberancia se hizo carne el sábado en San Mamés, nos siga acompañando al menos hasta que sumemos los puntos imprescindibles para la salvación.

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4 comentarios:

Gontzal dijo...

Jodé que risas "con la sonrisa del timador que acaba de sacarle los cuartos a un julai que pasaba por allí", qué gran frase JC.

Coincido en todo, algo que me está costando una bronca en el Zarpazo.

Lo de Aduriz fue muy significativo y no era necesario que metiese el 1-2 para que algunos nos diésemos cuenta. Lo de la delantera es de preocupar.

Iñaki Murua dijo...

Es que la flor de Jokin deja pequeña a la celebérrima de Miguel Muñoz.

PD Yo en el minuto 80 hubiese firmado el empate como mal menor.

Antonio Piera dijo...

Vi poco del partido (había overbooking de fútbol en la sexta, que Milikito debe estar calentando el mercado de fusiones), algún resumen posterior y me inclino por aceptar tus palabras como oro de ley. Cuidado, chicos, que la cosa puede ponerse caliente en cuanto haya un par de descuidos o alguna ocasión del contrario pille al Santo mirando pa otro lao.

También de acuerdo en que, ante la diminuta nómina de goleadores del equipo, prescindir de Aduriz parece un vértigo de amor por el peligro, aunque a mí este jugador no me gusta por su componente marrullero y piscinas. Me sobran sus continuas trampas de juego (no admito eso del bien del equipo justifica los medios), pero cuando se dedica a jugar lleva peligro y sabe hacer gol. Así que sigue pareciéndome un misterio (o una extrema necesidad, léase ceguera) las razones que motivaron permitir su marcha.

Cosas veredes...

Juan Carlos Latxaga dijo...

Amigo Antonio, a Aduriz le vendieron para hacer caja y presentarse en la Asamblea con un un balance medio decente, algo que pudiera se comprensible desde el punto de vista del directivo. Lo que fue impresentable es que Caparrós diera su bendición a la operación haciendo unas declaraciones a favor de obra de vergüenza ajena. Las consecuencias de la venta están a la vista. Somos el único equipo con una línea delantera unipersonal. Creo que recordarnos el riesgo que corremos es una crueldad innecesaria por tu parte. Yo al menos lo primero que hago todos los días es preguntar qué tal ha dormido Llorente :-).
Iñaki la flor de Caparrós se marchitará tarde o temprano, no te quepa duda. Aquí el único inmarcesible debe de ser Fraga.
Gontzal, ayer en la tertulia alguien comentó que si Aduriz llega a marcar se monta una bronca en San Mamés. Cierto. Lo malo es que como no marcó parece que no pasa nada y aquí paz y después gloria. Y esto es lo peor que le está pasando a este club y a esta afición anestesiada desde algunos medios.