Estamos en tiempo de calculadoras, así que no es extraño que haya quien, como el propio entrenador y algunos jugadores, sigan empeñados en asegurar que no todo está perdido después de la derrota ante el Mallorca. Los más optimistas recuerdan, además, que hasta la séptima plaza puede dar una plaza europea. Y no les falta razón. La presencia del Atlético y del Sevilla en las finales de la Europa League y de Copa, permite una serie de combinaciones favorables. Pero una cosa es la aritmética y otra el fútbol y la afición rojiblanca parece haberse dado cuenta de que aunque los números sigan dando, lo que no da en absoluto es el juego de un equipo que muestra mayores síntomas de agotamiento físico y mental cada jornada que pasa.
La gasolina que ya escaseó en el Reyno de Navarra, duró apenas veinte minutos ante el Mallorca. Mientras las piernas de los rojiblancos mantuvieron su frescura hubo fútbol, iniciativa y ocasiones; hasta tres: la de Toquero, precipitado; Llorente, afortunado Aouate; y Gabilondo, impreciso por apenas medio metro. Pero eso fue todo. A medida que los minutos iban cayendo en los músculos de los leones, el Mallorca se fue apropiando del balón y del juego. Tampoco es que los de Manzano maravillaran, pero se fueron haciendo con el partido y empezaron a merodear el área del Athletic hasta que cazaron el primer gol. Es verdad que era su primer remate a puerta, pero tampoco extrañó demasiado que se adelantaran en el marcador. Todavía el Athletic pudo arreglar el entuerto gracias a un buen centro de Iturraspe que tuvo continuidad en un extraordinario cabezazo de Llorente en el último segundo de la prolongación el primer tiempo.
Los de Caparrós habían logrado llegar vivos al descanso y con la baza moral de haber conseguido empatar en el último momento. El gol psicólogico que se dice. Pero cuando todo el mundo esperaba un arranque brioso en el segundo tiempo, apareció un Athletic adormilado que regaló dos goles en apenas dos minutos.
Ya lo habían intentado un par de veces en el primer tiempo Iraizoz y Amorebieta, y a la tercera lo consiguieron Koikili y Amorebieta. Consiguieron regalar un corner al Mallorca a partir de un fuera de banda a favor. Una de esas jugadas absurdas que de vez en cuando suele brindar el Athletic al respetable y, sobre todo, al rival. No es de ayer, ni de antes de ayer. Históricos equipos rojiblancos han encajado goles a partir de un corner a favor, o de una falta mal botada en las cercanías del área rival. Ante el Mallorca Koikili le dejó un marrón a Amorebieta junto al banderín de corner y el central, en lugar de quitárselo de encima, quiso hacer lo que no sabe para acabar cediendo un corner. Para colmo, Nunes se le anticipó en el área para cazar un remate soberbio pero que en ningún caso debió permitir la defensa del Athletic. Un minuto después, Aduriz aprovechó otro error de la zaga rojiblanca para cerrar el partido con un remate colocado. Aduriz tuvo que ser, para más inri. Huelgan más comentarios.
Ahí acabó el partido y con él, seguramente, el camino del Athletic hacia Europa, aunque, no lo olvidemos, el nivel de exigencia puede bajar un escalón todavía, si se dan las combinaciones necesarias. Pero además, el Athletic tendrá que demostrar el miércoles que más allá de las buenas palabras, sigue dispuesto a no rendirse hasta el último minuto. El Málaga marca ahora la última frontera y las sensaciones no son precisamente buenas. La frialdad del público en un partido que se consideraba una final, resultó sintómatica, como si en el ánimo del aficionado pesara más lo visto ante el Zaragoza u Osasuna, que la aritmética. Mala señal que el público no se lo crea. Porque los jugadores posiblemente creen y seguro que quieren, pero no parece que puedan.
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3 comentarios:
Hola Juan Carlos:
Creo que por primera vez desde que te leo, suscribo todo lo que has escrito. Debe ser que me hago mayor o que las distancias ideológico-futbolísticas no son tan insalvables. (vaya, si parezco Valdano).
Yo creo que es que la realidad es tan clara que no merece discusión (contertulio discrepante de radio aparte...). En cualquier caso el partido de Pamplona dictó sentencia desde mi punto de vista y era más ganable que el del Mallorca.
Creo que solamente quedan matemáticas, profesionalidad de los jugadores y dosis de fortuna...para ver si el Athletic vuelve de carambola a la Europa League.
El torneo de la regularidad no parece premiarnos con semejante bistec pero quizás entremos en convocatoria de gracia. Para ello habrá que hacer mejor los deberes que el Getafe.
No será fácil pero no es imposible. Todo depende de la gasolina, esa que escasea hace unas semanas, como bien dices.
Aún así, la temporada la doy por buena y espero impaciente los próximos movimientos, fundamentalmente en materia de fichajes y bajas.
Ya tendremos tiempo de balances, evaluaciones y conclusiones varias. Mientras tanto, esperemos pacientes al final de la película.
Como dijo aquel: "hasta el rabo todo es toro"
Un saludo.
Buen resumen JC.
Se confirma lo de la gasofa, pero con todo, los fallos individuales siguen siendo catastróficos, tanto a la hora de hacer gol (qué imprecisión) como para encajar goles. Lo de Koi, Amorebieta y Gorka fue de vodevil.
No entendí la alineación inicial ni los cambios, pero debe ser un problema particular.
Y es cierto lo del público, aunque desde la entidad la frialdad sí que ha sido patente. Seremos distintos (a veces pienso que muy tontos) pero si llega a ser al revés, si vamos a la isla debiéndole pasta al Mallorca y jugándonos la clasificación europea, salimos goleados y sin la pasta.
¿Este malencarado de Macua no por qué practica tanto aquello de kalean uso, etxean otso?
¡Ay Caparrós! Ya te hubiese mirado yo hoteles hace tres semanitas, coño, y te ahorrabas 1.100 Km de viaje, hombre.
Lo de la birra siguen en pie.
Está bien eso de coincidir en las apreciaciones sobre un partido, pero que no sirva de precedente :-), el contraste de pareceres siempre es positivo.
Gontzal, sí, somos distintos. Efectivamente, yo tampoco me imagino jugándome algo en Mallorca y con un jugador que no he pagado. Claro que ellos cantaban algo así como 'somos morosos y estamos orgullosos', así que ya ves tú que plan.
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